Capitulo VI - Parte 2 : «La puesta de Sol».

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Miyeon corría de aquí para allá, no entendía lo que la tenía tan feliz, ni siquiera podía hablar sin soltar un grito en cada palabra que decía.

La miraba mientras comía de mi pedazo de pizza. Las pijamas con ella siempre fueron así de ruidosas, me generaba estrés. Jalé de su mano y la tiré en la cama, ella me miró con tranquilidad y una gran sonrisa.

—¿Por qué pareces un perro?

—¿Cómo?

Dios, ilumínala o elimínala.

—Más inquieta que de costumbre, tonta.

Suspiró de aquella forma que solo en las novelas juveniles pasaban, pude asegurar de que se trataba. Su estúpida sonrisa se hizo más grande y con un grito contra su almohada, me jaló a su lado.

Estábamos las dos ahora.

Mirando el techo.

—Me gusta mucho, Yeon.

—¿Quién?

—¿Te acuerdas del chico que me invitó a una cita?

—No era una cita, era una salida para disculparse por lo de tu sandwich.

—Exacto y por más que le dije que no, él insistió.

—Ajá, pero me habías dicho que aún lado de él estaba una chica.

—Exacto.

—¿No será su novia o algo?

—No creo.

Me senté y miré a la nada. Todo no tenía sentido, ella no tenía sentidos.

Hace una semana Miyeon había quedado de verse con un chico que tiró su sandwich, Miyeon me contó que le insistió por mucho que ella se negó. Lo raro va acá; venía con una chica, Miyeon dice que el chico miró a la chica para después disculparse. ¿No serán algo?

—¡Me encanta!

El grito de Miyeon me hizo sobresaltarme, tomé una almohada y se la tiré en la cara.

—¡Cállate! Estoy pensando.

Con un puchero se quedó callada. Asentí.

Bien, ¿dónde me quedé?

En qué el chico pedía perdón por obligación.

Ah, sí. Tal vez quería quedar bien con su novia o lo que sea que fueran, ya que Miyeon me contó que nunca sonrió en su cita o siquiera prestó atención a lo que le decía mi amiga, pero que eso sí, fue un caballero con ella. Tal vez sea respetuoso, pero no esté interesada en ella.

Ahora que lo recuerdo, Miyeon dijo que iba a ser una salida de tres, aquella vez me invitó y yo lo rechacé. Entonces no era una cita, el acompañante del chico no fue y le hizo ver a mi amiga que era una "cita".

—No le gustas.

—Vamos, que pesimista.

$Soy realista. Tú vives en tu nube de algodón azucarado, yo sí estoy tocando la tierra con los pies.

Tardé más en explicarle lo que pensaba de la situación, que acabádome el paquete de galletas. Al final se terminó durmiendo escuchando mi investigación en tan solo diez minutos.

Era un caso perdido, pero no la culpaba. Estaba en las mismas que ella, la cara de cachorrito de aquella chica llegaba a mi mente cada cuánto. Escondí mi rostro en la almohada, me sentía bastante caliente del rostro, tal vez me había sonrojado al imaginarla.

𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 ─ YUYEON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora