La luz que irradiaba la luna me acompañaba, el sonido de los autos acompañaba las voces de mi cabeza. Los gritos de mis padres eran tapados por el ruido de la ciudad.
Me arrepentí de visitar -como todos los fines de semana- a mis padres; pues, como siempre, terminamos discutiendo. Shuhua me había dicho que no lo hiciera si no quería, pero la presión que mamá siempre me metía terminaba ganando. Deseé poder estar con Soyeon, pues las cosas entre nosotros iban bastante bien.
Una sonrisa se instaló en mi rostro en cuánto miré una sudadera que me recordó a ella. Era una sudadera amarilla con el nombre de Naruto en el centro, el recuerdo de su cara iluminarse mientras me contaba lo mucho que le gustaba ese anime.
Agradecía que la tienda siguiera abierta, sin esperar un impulso más, entré y la compré. No se la mostraría hasta estar frente a ella, pues quería ver su reacción.
Al momento de salir, tomé con una chica haciendo que me detuviera y ella también. Estaba a punto de reclamar, pero me reconoció de inmediato y yo a ella, un sudor frío se instaló en mí; sin embargo, a ella se le instaló una gran sonrisa.
-¡Pero si es Song Yuqi! Dios mío, hace mucho no te miraba por acá -me tomó de los hombros bajo la mirada de su acompañante, quiero suponer que su amiga -. Puedo decir que incluso estás más rellenita que antes.
Aquello me hizo mirarla a los ojos, tal vez estaba transmitiendo terror en ese mismo momento, pero no podía alejarme de ella, mis piernas, o cualquier parte de mi cuerpo, respondían.
-¿Por qué no hablas? ¿Tienes la boca llena de comida aún? -soltó una carcajada -. Es broma, no lo tomes tan en serio.
Miré a su amiga en busca de ayuda, pues ella la miraba muy extrañada, demostrándome que ese comportamiento no lo conocía ella.
-Shinae... ¿Por qué no seguimos con las compras?
-¡Hombre, Haerin! Déjame ponerme al día con Yuqi, hace mucho que no lo hago -le echó una mirada de frustración.
La chica sólo suspiró y volteó a otro lado, tal vez Shinae la intimidaba, tal vez esa reacción de ambas me hizo tomar fuerzas.
-No necesito ponerme al día contigo, ni siquiera somos amigas como para que me saludes o hagas ese tipo de comentarios hacia mí, mejor mira tu reflejo y nota tus inseguridades en tu cuerpo y no en el de otros -solté alejándome unos centímetros de ella.
Su cara demostraba asombro y algo de enojo, sus manos quedaron en el aire. Su amiga nos volvió a prestar atención, como esperando una reacción impulsiva por Shinae para poderla detener.
-¿Qué? ¿Qué has dicho? -preguntó atontada Shinae, soltó una pequeña sonrisa y suspiró tirando su cabeza hacia atrás -. Qué gracioso... Así que si te sabes defender, por poco creía que seguías siendo la misma estúpida que se dejaba pisotear por los demás, pero ahora veo que no.
Me volvió a mirar, pero ahora de una manera oscura, como si ya se hubiera imaginado varias formas de matarme; no me mostré indefensa, no me sentía intimidada por ella, ya no.
-Bueno, creía que tú ya no eras la misma estúpida que molestaba a los demás porque no se sentía cómodamente consigo misma, ahora veo que me equivoqué -levanté mis hombros con despreocupación.
No sé si fue mi comentario o fue mi expresión lo que hizo molestar mucho más a Shinae, pues se acercó de manera peligrosa a mí, pero decidí no mostrar ninguna expresión; incluso la miré como nunca miré a nadie, con superioridad.
-Maldita perra, vuelve a escupir algo así con tu asquerosa voz de hombre y te meteré una de mis uñas por la garganta.
La amiga trató de jalar su brazo, pero Shinae se soltó de ella con brusquedad, haciendo que ésta cayera sobre su trasero, soltó un pequeño jadeo, pero no hizo voltear a Shinae para ver el bienestar de su amiga.
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𝗜 𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗬𝗼𝘂 ─ YUYEON.
Fiksi Penggemar¿Quién creería que te señalarían por amar? El amor es un sentimiento libre, todos lo pueden experimentar por primera vez en su vida, pero así como lo experimentan, hay consecuencias. ¿Para amar tiene que haber consecuencias? Yuqi perdió muchas cosa...