Capítulo 13

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Enola. Tewksbury. "Serías Enola, y yo, tu Tewksbury". Aquellas seis palabras no dejaban de darle vueltas en la mente. ¿En serio había tenido el atrevimiento de decirle aquella estupidez? Enola trabajaba sola, y Tewksbury no la ayudaba en nada relacionado a sus casos. No como lo hacía Watson con Sherlock. Por lo que haber hecho esa comparación era totalmente inapropiado para la situación. Tewksbury no era "El Watson de Enola", era el enamorado de Enola, y al final de la segunda película, era el novio de Enola. Le había dado a entender a Lauren que estaba enamorada de ella. Lo extraño es que Lauren actuaba como si nada, tal vez no había entendido la referencia. O eso pensaba Camila.

-No puedo creer que le hayas dicho eso, Mila. -Exclamó Dinah en tono burlón. Camila la observó confundida, mientras se dedicaba a terminar la maqueta para la prima de Dinah, Emily. -Lo de ser su Tewksbury.

-Oh... -Por un momento, la morena sintió como si su amiga le estuviera leyendo la mente. Justamente estaba pensando en eso, otra vez. Desde hace dos semanas aquello ocupaba sus pensamientos más de lo que quería. La polinesia la miró esperando una respuesta de su parte. -Sabes que no pienso con claridad algunas veces, y termino diciendo estupideces. -Se alzó de hombros.

-A mí no me parece una estupidez. Tal vez tu subconsciente quiso salir a relucir. -Camila se detuvo y dejó lo que estaba haciendo para mirarla atentamente.

-¿A qué te refieres?

-Tal vez si querías decirle eso, para darle a entender algo que en el fondo tú sabes o sientes...

-Yo solo quiero que no se meta en problemas. Nada más.

-Claro... -Dinah se levantó y se acercó a su amiga, apoyándose en la mesa donde estaba la maqueta.

-Ni se te ocurra apoyarte ahí Jane, me ha tomado horas hacer esta maqueta, para que en un segundo la arruines. -De inmediato, Dinah se apartó de la mesa y se cruzó de brazos. La mesa era muy inestable, así que era mejor evitar semejante desastre, no quería tener que lidiar con la ira de su madre y la de se mejor amiga juntos.

-Tengo una pregunta para hacerte, y necesito que me respondas con honestidad. -Camila asintió, y continuó con su trabajo. -¿Te gusta Lauren? Y no me refiero como una amiga. -La polinesia la miró atentamente, y Camila suspiró.

-Lamento decepcionarte, pero, no. No me gusta. Me parece linda, sí. Pero, más allá de eso, no.

-Y entonces, ¿Por qué te pones nerviosa cada vez que estás cerca de ella, o cuando hablo de ella sonríes como una boba? -Camila hizo ademán de interrumpirla. Sin embargo, su amiga no la dejó. – Y no me digas que no es así, porque lo veo con estos dos hermosos ojos, Mila. ¡Y cualquiera que te vea se daría cuenta! -Rodeó la mesa para estar al lado de la morena y tocó su hombro. – Te conozco casi como a mí misma, y sé que no la ves como una amiga.

-Pues, estás equivocada. Yo...-Dinah la interrumpió.

- Sé que te he estado agobiando con el tema. Pero, es por una buena razón. Conozco a Lauren y no quiero que te lastime. Ella es difícil de tratar. Hasta para una amistad es compleja entenderla.

-Lo sé. Estoy consciente de eso. Lo he estado desde que la conocí. Por eso mantengo mi distancia en ciertos aspectos.

-A mi no me parece que estés manteniendo tú distancia en ningún aspecto. No le cobras por las clases que le dictas, has hecho varias cosas para animarla, y siempre te aseguras de que esté bien. Tú no haces eso por cualquiera a quien conoces hace más de un mes. -Camila se quedó pensativa y tomó de nuevo la casa que estaba arreglando para la maqueta.

-A quién ayude o no, no te concierne. Si quiero ayudarla es mi problema. -Soltó con un gruñido, mientras le aplicaba silicona a la figura de un pato para luego colocarlo el lado de un lago.

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2023 ⏰

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