A veces los humanos tenemos la fea costumbre de caer en un profundo hoyo negro, un hoyo oscuro y sombrío que no nos deja ver más allá de nuestras narices. Un hoyo en el que retumba el perturbante sonido de las manecillas de un reloj que te recuerdan...
—Esto es una pasada, si alguno de vosotros estudia aquí que me pare por los pasillos que yo encantado de conoceros.
Un chico rubio se coloca frente al mostrador, sujeta una pequeña cámara de blogs frente a él.
—Luis Martínez Rivera, primer año —dice al pequeño hombre tras el mostrador.
El señor sonríe amablemente y busca la llave junto a los papeles de admisión.
Sigue usando una voz sexy y masculina.
—El Dalí, la mejor escuela para gente creativa, como yo —el rubio besa la punta de sus dedos y los coloca respectivamente en cada una de sus mejillas.
El chico de piel castaña junto a él tapa su boca para evitar que su risa sea muy evidente.
—¿Te da risa? —pregunta Luis al chico a su lado pegándose a él y sonriendo frente a la cámara.
El moreno de pelo rizado y ojos azules comienza a burlarse descaradamente del chico rubio —Si bueno, aquí estamos de nuevo con el blog de Don Luis Martínez, me presento soy su mejor amigo Adrián Pérez —dice con voz de presentador random de televisión.
Luis comienza a descojonarse —¿Así sueno?
—Sí hermano, exactamente así.
—Joder tío, últimamente tengo menos vistas, soy más feo o estoy perdiendo mi toque.
Adrián mira al chico a su lado, rubio con ojos miel, alto, apostaría a su hermana pequeña a que pasa mucho tiempo en el gimnasio, tiene una mandíbula marcada y una sonrisa que te tira al suelo.
—Has perdido tu toque, maricón.
—Joder —Luis se derrite sobre el mostrador mirándolo.
—¿Tú quieres visualizaciones? —Luis asiente con la garganta—. ¿Qué haces, blogs y esas cosas?
—Sí, recetas de cocina, hauls, blogs.
—No está mal el contenido, entonces le falta chicha y naturalidad.
—¿Chicha y naturalidad?
El bedel les entrega las respectivas llaves y los chicos se encaminan a sus respectivos edificios.
—El contenido no está mal, el problema es que delante de la cámara te ves incómodo, como si pensaras mucho las palabras. Debes hacer cosas más naturales, mostrar lo que quieres mostrar —Luis se queda pensando en las palabras de Adrián, tal vez si lleva razón—. En realidad sólo hay una cosa que debas hacer para conseguir visualizaciones.
—¿El qué? —pregunta en un tono maravillado.
—Quitarte la camiseta —dice seriamente el moreno.
Luis suelta una carcajada —¿Provocar a mis seguidores no sería hacer trampa? —pregunta frente a la cámara mientras piensa que más tarde tendrá que recortar muchas partes de su vídeo.
—A las chicas les gustan los chicos sexys sin camiseta, pero ¿sabes qué le gusta incluso más?
—Sorpréndeme tiburón.
—Los gays —Adrián coloca una mano junto a la cara de Luis, llevándolo con fuerza contra la pared y escondiendo su cara en su cuello.
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