"¡QUÉ BOMBÓN!"
Cuando la tarde cae en el campus Salvador Dalí, todos los alumnos comienzan a prepararse para la fiesta nocturna previa al comienzo de las clases.
Por una parte, la chica de cabello negro y verde recibe una notificación mientras, desde su balcón, mira como llegan grandes camiones y muchos ayudantes que preparan la celebración del nuevo curso.
>A las 19:30 en la habitación de Lía.
La notificación había llegado desde un número que había guardado cómo "Marta Romero Diseñadora", no tiene afán de hacer amigas íntimas en la Universidad, no es uno de sus objetivos.
Contesta el mensaje con un emoji de un pulgar hacia arriba y vuelve a apagar el teléfono. Ahora entra en su habitación que desde el día uno había comenzado a decorar con grandes manchas de pintura negra en las paredes haciendo llamativos dibujos de caras sonrientes con los ojos tachados en rojo, y diversos pósters de su grupo favorito "The Neighbourhood". También había algunas pegatinas enormes de alas de ángel caído sobre su armario y había puesto algunas piedras para el aura y velas aromáticas encima de su estantería.
Kristal tenía un margen de media hora para sacar sus accesorios, vestido y su maquillaje antes de llevarlos a la habitación de la chica de cabello castaño que tanto le había llamado la atención desde el primer día que la había visto.
La Kiss List en su teléfono debía ser llenada lo antes posible y ahora que tenía la oportunidad de completar la última línea nombrada con el chico rubio de su misma planta no pensaba rendirse a la mitad.
Media hora más tarde Kristal llama a la habitación 316. La chica pequeña de cabello largo y castaño con oscuros ojos café abre la puerta y la recibe con una sonrisa entusiasmada.
Sobre la cama está la chica de cabello rizado y ojos azul cielo jugando con un cubo de rubik con diferentes tonos de rosa.
Deja el cubo encima del escritorio y se incorpora sobre la cama.
—Tenemos una hora y media antes de la fiesta —revisa Marta en su teléfono de última generación.
Lía se recuesta sobre su armario adornado con pequeñas fotos de sus artistas coreanos favoritos —Nos da tiempo de sobra.
—Lo dudo, deberíamos empezar con vuestro peinado y vuestro maquillaje —Kristal coge la silla del escritorio de Lía y la pone frente a la cama—. ¿Quién será la primera?
—¿Nos vas a maquillar? —pregunta Marta doblando la cabeza.
—¿No me habéis llamado para eso?
—Entiendo tu inseguridad —ríe Lía por lo bajo—, pero no, era para ayudarnos todas mutuamente. Aunque creo que soy la única que no sabe arreglarse sin peluquera y maquilladora personal.
Kristal sonríe de lado ante la respuesta algo repelente pero sumamente dulce y desinteresada de la pequeña chica.
—¿Puedo empezar yo? —pregunta Marta y ella asiente.
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CICATRICES
Novela JuvenilA veces los humanos tenemos la fea costumbre de caer en un profundo hoyo negro, un hoyo oscuro y sombrío que no nos deja ver más allá de nuestras narices. Un hoyo en el que retumba el perturbante sonido de las manecillas de un reloj que te recuerdan...