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Casie, al mando del Creat, atravesó con facilidad la distancia que hay entre la tierra y la Luna y siguió alejándose más allá. Jason, al mirar por la escotilla, se percató de que los Corium habían desaparecido. O eso pensó, pues de la nada, la figura de una de las naves araña surgió a poca distancia de ellos, como si hubiese atravesado un túnel invisible en el espacio que sirviera de atajo.

-Así es como funciona su método de transporte? -preguntó Sofía, sin dejar de mirar la escotilla.

Casie dio un giro inesperado mientras gritaba «¡Cuidado!», la nave dio varias vueltas sobre sí misma como un trompo, y Jason y Sofía vieron que la figura del planeta tierra, empequeñecida, giraba como una canica. Jason se despidió de su planeta natal con un saludo de mano, antes de que la nave Creat se adentrara en una especie de túnel en el que las formas se distorsionaban como si de un filtro se tratara. Las estrellas se transformaron en fideos luminosos y las paredes de la nave parecían derretirse sobre sí mismas.

La transición tardó poco, de pronto se vieron fuera del túnel, pero lo que había al otro lado de la escotilla era una cosa asombrosa. Un enorme planeta gaseoso. Urano.

-Es impresionante! -exclamó Sofía, y sacó su celular para tomar unas fotos. Cuando vio que la barra de señal marcaba que estaban fuera de servicio, se rio sintiéndose boba.

-Aún nos siguen! -gritó Casie.

Las dos naves seguían detrás de ellos. Una de ellas se iluminó por unos segundos y luego volvió a disipar sus luces, pero delante de sí una especie se onda fue expelida en dirección al Creat. La onda tardó un segundo en llegar y cuando llegó, azotó la nave como un latigazo. Se activó una alarma y en la cabina las luces empezaron a parpadear.

-No puede ser! -exclamó Jason-, qué ha sido eso??

-No pueden perseguirnos para siempre -dijo Casie-, tenemos que destruirlos antes de atravesar otro túnel.

-Y cómo lo haremos -inquirió Sofía.

-Debemos enfrentarlos -dijo Casie.

Y realizando otro giro de 180 grados, la nave dio media vuelta y quedó posicionada cara a cara con los perseguidores. Casie accionó una palanca, y de la barriga de la nave sobresalió una abertura que se iluminó de color rojo y comenzó a soltar ráfagas hacia los Corium. Casie volvió a posicionar la nave en dirección contraria, pero los disparos no se detuvieron. Una de las ráfagas impactó de lleno con uno de los Corium, haciéndolo perder el control. La nave Corium dio vueltas y vueltas y estalló lanzando fragmentos en todas las direcciones, algunos de los cuales se dirigían peligrosamente hacia la nave Creat.

La explosión del Corium fue muy vistosa, pero no se escuchó ningún ruido de detonación. Todo el combate se desarrollaba en completo silencio.

El Corium sobreviviente aceleró hasta quedar al lado de Casie y su tripulación. Jason observó la apariencia de la nave Corium. Algo así como tentáculos era lo que le daba la apariencia de una araña. En la escotilla de la cabina de mando se veía la luz del interior, y adentro estaba el Corium. Una criatura espeluznante.

Tenía forma humana, pero su color era negro y gris, su cabeza era enorme y en ella se veían dos pares de ojos grandes cuyas pupilas dilatadas lo hacían ver totalmente negros, estaban enmarcados por pestañas tupidas pero cortas. Su nariz, si es que era nariz, parecía una flor que se abría y se cerraba a voluntad. Y la boca, al abrirse para lanzar un rugido a Jason, era una cavidad cilíndrica con muchos dientes afilados, como algunos tiburones de la tierra. Cuando tenía la boca cerrada, parecía más humano... El Corium accionó un montón de herramientas con sus manos de más de seis dedos, y de un costado de la nave una especie de cañón empezó a sobrecargarse.

-Nos va a hacer pedazos! -dijo Jason.

Casie vio lo que sucedía. No había tiempo de planear. Giró el volante de la nave y el Creat se precipitó hacia el Corium a gran velocidad. Jason y Sofía esperaron la colisión con los ojos abiertos, incapaces de cerrarlos por la conmoción.

Las dos naves chocaron entre sí, el Creat por la parte del techo y el Corium por un costado. Al momento del roce, el arma del Creat se activó, derramando una serie de ráfagas al Corium, y haciéndolo estallar tan cerca, que la onda expansiva los lanzó con violencia hacia un lado, rodeados de pedazos de la nave hecha añicos que penetraron en el cristal, haciendo que se agrietara y abriendo algunos agujeros en las paredes. Una estruendosa alarma anunciaba que los niveles de oxígeno eran críticos.

-Rápido! -gritó Casie-, ¡Salgan de aquí y entren al otro compartimento de la nave!

Jason y Sofía desabrocharon sus cinturones lo más rápido que pudieron y flotaron entre el desorden de la cabina hacia la parte trasera de la nave, donde una puerta se abrió automáticamente. Sofía, con la cara hinchada, sintió que el aire se le escapaba.

Cuando cruzó la puerta acorazada, ya estaba desmayada.

SYSTEM [EL ÚLTIMO MENSAJE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora