»Capítulo 14«

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-¿Quién carajos eres?

-Acabo de presentarme -se señala con un aire juguetón y ladea la cabeza mientras se prepara para proseguir-. No seas una mentirosilla, me entendés de cualquier modo.

-Yo no me refiero a eso -suspiro con pesadez y continúo-. Jamás supe de ti. ¿Marc y Steven saben de ti?

Jake sonríe con esa maliciosa naturaleza suya y entonces alza las cejas mientras se inclina, intimidándola con esos opacos ojos negros que observaban cada detalle del rostro cercano de la mujer.

-Mi bienvenida debe ser mejor, ¿no lo crees? -aun cuando hablaba en inglés, podía notar ese marcado acento hispano que me erizó la piel cuando sus dedos recorrieron mi mandíbula, intentando alzarme la cabeza-. Y tú no dirás una palabra, ¿verdad, dulzura?

-Vas a matarme, lo sé. Vamos, inténtalo y juro que te golpearé en las bolas -comenta ella con una rudeza que sorprende a Jake.

-Suena tentador -expone lamiéndose los labios y entonces le observa el cuello, después desliza su áspero dedo sobre la zona, generando que Süheyla desviara la mirada y se protegiera-. Steven tiene un muy buen gusto en mujeres. Y yo que lo veía un retraído maricón.

-No tienes derecho a...

-Tengo más derecho que tú. Aunque, siéndote sincero, siempre estuve al lado de Marc -al decir esa breve explicación, Süheyla miró fijamente a la tercera personalidad enfrente suyo y se quedó totalmente atónita de escucharlo decir eso-. Las mujeres si son mentirosas hasta cierto punto. Layla lo fue con Marc y... -suelta una risa tan grave y tétrica que la morocha mira de un lado a otro, intentando no perderlo de vista después de que anduvo detrás de su espalda- luego estás tú con Steven. ¿Ya es oficial lo suyo? ¿Se dicen apodos? ¿Mi amorcito? ¿Cariñito?

-¿Qué es lo que quieres, Jake Lockley? -pregunta ella al interrumpirlo en su pequeño momento de relajación y el moreno no tarda en aproximarse hasta colocarse enfrente suyo, listo para decir algo al respecto.

-A mí no me importa mancharme las manos. Cumplo con los trabajos, así pagan mejor y continúo. Si vivo con el remordimiento, probablemente sería como Steven. Y si me culpo constantemente, Marc no tendría un trabajo asignado -alza las cejas un momento y entonces la turca une sus cejas, intentando comprender a lo que se refería-. La cosa aquí es la siguiente, dulzura: me dices exactamente donde se encuentra el dinero perdido de tu cuñado o con gusto me presento con el jefe de jefazos y tengo una conversación.

-No te atreverías -manifiesta ella mientras niega la cabeza.

Jake suelta otra diabólica risa y sus hombros se mueven mientras se recarga en sus rodillas.

-Podrías ponerme a prueba cualquier día, dulzura. Pero prefiero un poco más de privacidad -al decir aquello, mira a una esquina y entonces Süheyla parece comprender lo que estaba haciendo.

Los vellos de su piel se erizan hasta más no poder y una sensación de escalofríos detona un recorrido constantemente incómodo en su columna vertebral. No sabe qué hacer o qué ocurriría, pero tendría que decirlo o sabría que sería peor si sólo se queda con la intriga.

-Todavía no se ha ido, ¿verdad? -hay un silencio mientras Jake busca en su bolsillo algo hasta que se encamina a la silla disponible-. Por eso sigues haciéndolo. ¿Tú y Khonshu hicieron un trato y por eso los otros dos no saben que está aquí?

Jake enciende un cigarrillo con gran agilidad y entonces Süheyla piensa en Steven, quien constantemente se queja del aroma putrefacto del tabaco que le causaba náuseas. Al parecer, aún era difícil acostumbrarse al hecho de que era el mismo cuerpo, pero las personalidades generaban que todo se volviera más complejo.

𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐂𝐥𝐨𝐚𝐤 [𝐌𝐨𝐨𝐧 𝐊𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora