No te dejaré ir tan fácil... [Muichiro Yandere x ___]

Capítulo XIV: Descenso

Narrador

Era de noche y los dos estudiantes estaban en la cocina del jóven.

-¿Vas a seguir con esto? -le pregunta la peli___ dejando de comer.

El contrario no entendió la pregunta, entonces le pidió que le explicara mejor y ella le contestó que si iba a seguir torturando a Sarah.

-Cariño... -su mano derecha deja el cubierto que tenía en la mesa y lo acerca a la mano de ___- Sarah solo dificulta nuestro destino...

La jóven ya estaba acostumbrada a esos apodos, aunque sentía algo al escuchar esas palabras. Repugnancia.

Solo siguieron comiendo sin decir ni una sola palabra. Al terminar de comer, los dos recogen sus cosas y las dejan en el lavaplatos.
La jóven ___ sube a su habitación, ya que sabía lo que hacía su compañero a esa hora luego de comer.

El chico también sube a su habitación y se cambia la ropa por una que ya había estado ocupando en las torturas de Sarah. Entonces luego de alistarse baja al primer piso y después al sótano.

Ahí ve a la rubia sin sus telas puestas. No se preguntó quién lo hizo, sabía que había sido ___, ya la conocía, pero igualmente no le haría nada a su amada.

-Buenas noches. Ya llegué. -avisa mientras se acerca a la mesa con las herramientas y se pone unos guantes.

La rubia se asusta al escuchar su voz, pues estaba media dormida.

-Por favor... Ya mátame...

-Lo siento, pero esto te pasa por tus acciones -toma un bisturí y verifica si tiene filo-. Aunque he estado pensando en hacerlo.

Sarah empieza a llorar, se arrepientia de todo lo que había hecho. Quería vivir. Quería ver a su familia por última vez.

-Te cuento que he estado pensando en adoptar un perro. Creo que vendría bien para que ___ no se sienta sola mientras no estoy. -se ríe.

El joven le comienza a hablar sobre algunas ideas que ha tenido estos últimos días.

-En fin -mira a la rubia-. Me encantaría torturarte más, pero ya han denunciado tu desaparición. Y si no te encuentran en ningún lugar... Te van a declarar muerta.

Deja el bisturí que tenía en la mano y busca entre unos cajones la misma tela con la que tenía silenciada y sin vista a Sarah. Aunque ahora solo se la pondría en la boca.

-Muy bien... -termina de amarrar el pedazo de tela en la parte trasera de su cabeza- Empecemos.

Toma el mismo bisturí y se lo clava en el muslo izquierdo, dejando el objeto ahí. La chica gritaba pero no se lograba escuchar.

Estaba decidido en matarla. Ya la había hecho sufrir mucho. Pero no por eso la mataría, sino porque vió que la cara de ___ demostraba pena por la rubia. Y a él no le gustaba verla así.

Luego tomó un martillo y le pegó en el hombro derecho de la chica. Después un alicate y le arrancó 3 uñas de ambas manos. Toma el mismo Bate de Béisbol que la dejó inconsciente y la golpea en la cabeza. Dejándola así, otra vez, medio inconsciente.

Espera unos segundos y toma un cuchillo. Lo agarra de forma inversa y con fuerza lo clava en la cabeza de la joven.

Se alejó un poco del cuerpo y lo observa detalladamente. La sangre fluía por la mayor parte del cuerpo de la chica.

-Lástima que esto ya terminó. -se quita los guantes y los bota a un basurero que había cerca.

Sale del sótano y sube al primer piso. Cierra la puerta con llave y se pone a pensar en ¿qué hará ahora? Ya acabó con la vida de Sarah. Aunque gracias a lo que hizo, ahora tendrá que ver qué es lo que hará con el cuerpo. Si pasan muchos días y no hace nada, los vecinos van a sentir el mal olor que va a sdesprender.