No te dejaré ir tan fácil... [Muichiro Yandere x ___]

Capítulo VIII: Ayuda

Narrador

La joven siente que está acostada en una cama desconocida. Pestañea varias veces para que sus ojos se abran y delicadamente frota cerca de sus puntos lagrimales para sacar las pocas lagañas que se habían creado en la noche.

Escucha como caían gotas y el cielo estaba nublado, al parecer estaba lloviendo.

Al ya tener buena visión, ve a sus alrededores y se da cuenta que no está en su habitación o en algún lugar que le resulte conocido.

Exaltada, se levanta rápidamente de la cama y se queda mirando el pisando tratando de recordar lo que había sucedido la noche anterior.

Los recuerdos invaden su cabeza haciendo que mire la ventana que había en la habitación. Se acerca a esta y examina el lugar en el que está. Ve que está en la ciudad ya que ve varias casas, pero ninguna que reconozca.

—¿Dónde mierda estoy...? —preocupada limpia un poco la ventana para ver mejor.

Se queda unos minutos viendo el lugar e intentando examinando casa uno de los hogares que se presentaban delante de su mirada.

Escucha como la manilla de la puerta empieza a dar la mitad de una vuelta y luego se abre dejando ver a una persona conocida.

—¡Buenos días! —saluda el de puntas celestes, quién entra con un cambio de ropa.

Sin poder procesar palabra alguna, la chica se queda sorprendida al ver a su compañero de clase.

—¿M... Muichiro? —fueron las únicas letras que logró decir para formar una palabra— ¿Qué haces aquí...?

—Esta es mi casa. Bienvenida. —sonríe inocentemente dejando en el escritorio el cambio de ropa.

La joven, dejando su semblante sorprendido, aparece en su cara uno de seriedad junto con enojo.

—¿Sabes que esto se llama secuestro?

—¿Secuestro? ¿Qué es eso? —pregunta en forma de burla, haciendo que la chica empiece a perder su paciencia.

—Eres tú el de las cartas, si no me equivoco también eres el que me desmayó en el Hospital. —se acerca al escritorio y se sienta en la silla que había— ¿Por qué haces esto? —se cruza de brazos y pone una de sus piernas arriba de la otra.

El chico no responde, sólamente se queda con su sonrisa de niño inocente.

—Porque te amo.

Sorprendida por las palabras recién dichas por el joven, la chica vuelve a su semblante serio y se levanta de la silla.

—Me largo. —se acerca al joven y pasa por su lado, saliendo de la habitación.

El chico, por su parte, se da la vuelta y mira como su amada baja por las escaleras. La sigue corriendo hasta que la logra alcanzar.

—Por favor, ¡no te vayas! —le ruega poniéndose en frente suyo e interponiendose entre la peli___y la puerta.

—Hazte a un lado, Muichiro.

Casi sin oponerse, el chico le deja pasar a la joven y ésta abre la puerta para salir.

Rápidamente sale del hogar y se va.

El joven de puntas celestes entra a su casa con tristeza y cierra la puerta.

La joven llega a una esquina en donde no había ninguna persona, excepto por unos pocos autos que habían. En un momento escucha como alguien corre a su dirección y se da la vuelta para ver a su compañero de clase quién se acercaba rápidamente. De un momento a otro ya lo tenía en frente suyo y siente como la golpean en el lado izquierdo de su cuello, dejándola instantáneamente inconciente.