Capítulo XVIII: Remedio

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Narrador

—... Sabes que ya no tengo tantas... —murmura tristemente.

Desviando la mirada, al pelinegro le llegan recuerdos felices.

—¡Mikaru Kenji! ¡Pon atención en lo que te digo! —agarra de los hombros a su esposo y hace que la mire a lo ojos— ¡Han pasado dos años! Sé que pasaste por malos momentos, pero no por eso debes de rendirte. No te voy a decir; "La esperanza es lo último que se pierde". ¡La esperanza es lo primero que se pierde!

—Yoko... Por favor... —sus ojos estaban brillosos.

Se formó un silencio, uno no incómodo, sino de tristeza y pena.

—Todos tenemos problemas —suelta sus hombros y lo apunta—. Y tú tienes muchos más de los que piensas.

—¿Qué...?

—Depresión, trastornos alimenticios, insomnio, entre otros... Yo te quiero ayudar en la búsqueda con tu hermana... Quiero conocerla.

Lágrimas amenazaban salir de los ojos del jóven. Sus mejillas, nariz y ojos rojos demostraban la gran impotencia que sentía al no poder hacer y no haber hecho nada en el pasado.

—Lo siento... —una gota se deslizó por su mejilla.

El ambiente había cambiado. Ahora el pobre hombre lloraba consoladamente gracias a su gran amiga y esposa. Los brazos de la mujer enrollan su pecho, haciendo así, un abrazo.

—Vayamos a la casa... Mañana veremos qué hacer. —le sonríe cariñosamente.

El hombre, con dificultad responde positivamente. Saliendo del abrazo, se disponen a ir por una calle que le daba un extraño recuerdo al pelinegro.

Habían caminado unas cuantas casas hasta que en una escucharon que al parecer había una pelea. Estos por curiosidad decidieron quedarse para saber que qué era lo que estaba pasando.

Escuchaban gritos. Mayormente se escuchaban por parte de un hombre, pero unos pocos de una mujer.

El vecindario tenía varias casas, les pareció raro que ninguno de los vecinos escuchara la conmoción.

En las caras de los casados se notaba un conjunto de preocupación y curiosidad.

Unos minutos antes

Ya en sus habitaciones, la jóven de cabellos ___ escuchó que su "compañero" la llamaba. Por lo tanto, salió de su pieza y se dirigió a la del chico.

—¡Pase! —dice la persona de adentro al escuchar como tocaban la puerta— ¡Holaa! Lamento llamarte tan tarde —quién estaba acostado, con su mano le hace una seña para que se siente a su lado—, pero te quería pedir algo. —sonríe.

La chica, con un poco de desconfianza se acerca y hace lo que le dijo el contrario.

—¿Qué es? —pregunta la muchacha.

Un incómodo silencio se formó por un momento, pero fue cortado al instante al ver cómo el chico se acerca a la cara de su amada.

Por la repentina cercanía, la jóven se hace para atrás con susto.

—¡¿Qué crees que haces?! —le grita asustada.

No te dejaré ir tan fácil...  [Muichiro Yandere x ___]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora