No te dejaré ir tan fácil... [Muichiro Yandere x ___]

Capítulo XVII: Encuentro

Creo que hasta el momento no he dicho el aspecto de la esposa de Kenji.
Ella es albina, por lo tanto su cabello es blanco, sus ojos de color celeste claro y su piel muy blanca.

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Narrador

El grupo no sabía cómo reaccionar al volver a verse con su antiguo amigo.

—Ha pasado mucho tiempo. —les sonríe.

El joven pelinegro aún tenía su mano extendida, esperando que alguno de los chicos estrechara la suya con él.

Pasaron unos segundos y nadie hablaba o se movía, estaban sorprendidos.

—Bueno... —regresa su mano y la pasa por su nuca— Eh.... ¿Cómo han estado?

—¿Kenji? —dice el rubio en voz baja.

—¡Ese mismo! —da unas cuantas carcajadas.

Cuatro de los cinco jóvenes se acercan rápidamente al mayor para darle un gran abrazo.

El de facciones femeninas no entendía lo que pasaba, pues él nunca conoció en persona a Kenji, sólamente sabía un poco de él gracias a sus amigos.

—¿No entiendes lo que sucede, verdad? —se acerca la bella esposa al muchacho con puntas azules.

—¿Y tú quién eres? —pregunta algo molesto e incómodo por la cercanía.

—Soy la esposa de Kenji, me llamo Yoko, un gusto. —sonríe y le extiende la mano.

Éste miró su amable gesto, y un poco dudoso estrechó su mano con la de ella.

—U-un gusto...

Luego de presentarse —más por parte de la esposa—, éstos miraron a los demás chicos quiénes aún seguían en el abrazo.

—Se nota que han crecido —dice sonriendo el pelinegro—, ¿vamos a dar un paseo?

—¡Eso estábamos haciendo! —con algunas lágrimas de felicidad en los ojos y sin lograr fabricar bien las palabras, el pelirrojo le responde.

Kenji les vuelve a proponer si ir a dar un paseo, y los demás les respondes positivamente.

En el camino, los jóvenes y el hombre casado hablaban animadamente, contando todo lo que últimamente había pasado.

—Kenji —se acerca la jóven con puntas medias rosaditas al pelinegro—, ¿tu acompañante es alguna amiga tuya?

—Ah, ¿hablas de Yoko? —mira un poco para atrás y ahí se encontraba su esposa.

Ésta saluda con una sonrisa y empezó a mirar al alrededor, intentando no meterse en el muy lindo reencuentro entre amigos.

—Ella es mi esposa, aunque más que esposa es como una amiga. —sonríe.

Cuatro de los cinco presentes se sorprendieron por la respuesta, pues al chico con facciones femeninas ya se lo habían dicho.

Nezuko rápidamente se acercó a la hermosa mujer para entablar una pequeña conversación con ella. Y aunque en un comienzo la mayor no sabía que responder, fácilmente pudo crear una amistad con la jóven.

Mientras las dos chicas conversaban, la pelinegra con listón se les acercó para también añadirse a la conversación, y aunque no hablará tanto, se divertía escuchar cómo sus acompañantes hablaban tan animadamente.