Capítulo XXI: Fin

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Narrador

Han pasado seis años desde el arresto de Tokito Muichiro y el rescate de Mikaru ___.

Cuatro años antes, el padre de los Mikaru fue a buscar a la chica por un acuerdo que había tenido con otra familia para beneficiarse.

Pero éste no logró llevarse a la muchacha, pues su hermano la defendió hasta hartar a su progenitor e irse de la Ciudad.

Actualmente todos los amigos de ___ y ella ya son mayores de edad. Algunos tienen pareja, otros consiguieron trabajo o aún siguen en la Universidad.

—¡Kenji! —llama la joven ___ en un grito.

El hombre sale de la cocina y pregunta que qué es lo que sucede.

—¡Sube! —le ordena la menor.

Éste con flojera hace caso a su hermana y sube las escaleras hasta el segundo piso.

—¿Qué sucede? Me estaba haciendo el desayuno... —da un bostezo y se frota con fuerza los ojos.

—Lo siento —mira al mayor—, mínimo lávate la cara que tienes lagañas.

—Si tú fuiste quién me pidió que subiera —se queja frunciendo el ceño—. Ya, dime qué pasa.

Ésta le apunta la pantalla del computador. Con dificultad el mayor logró ver bien hasta pocos segundos después. Ahí salía una noticia sobre un joven que había ido a prisión a temprana edad por varios crímenes que había hecho, aparte de una foto suya de hace años.

—Se dice que va a salir en muy poco. —murmura la chica.

Ésta se veía un poco nerviosa por la reciente noticia. Sabía que Muichiro no podía estar toda su vida dentro de prisión, aparte que en ese tiempo era menor de edad, ya había cumplido su sentencia.

—Tranquila, no te va a pasar nada. Estás conmigo y tienes amigos en quienes confiar. —decía su hermano en un intento de tranquilizarla.

La joven se tranquiliza y apaga el computador.

—¿Quieres que te acompañe a desayunar? —pregunta sonriente la muchacha.

—Está bien —le sonríe de vuelta—. Cierto, ¿Yoko te dijo algo sobre a qué hora volvía? —pregunta.

Ahora Yoko y Kenji estaban formalmente en una relación, y aunque estuvieran legalmente casados, sentían que no lo eran y estaban en un muy bonito noviazgo cerca del matrimonio.

—Más o menos —respondió—, me dijo que si su jefe no le hacía acompañarlo para enseñarles cosas básicas a nuevos empleados llegaría como por las 6.

—Entiendo... ¿Quieres comer algo?

—No. —sentenció.

Un silencio abundó la casa.

—Son casi la 1 de la tarde y tú desayunando, y eso que es Martes. —añadió, haciendo que el corazón de su hermano se quebrara en mil pedazos.

—Pero tampoco es necesario decírmelo así que me matas. —fingió que se le salía una lágrima.

Los dos hermanos por unos segundos se quedaron callados, pero unas carcajadas los sacó de ese silencio.

—Mejor ve a comer que ahí sí te mueres. —dijo la menor, dándole un pequeño empujón para que fuera a la cocina y se cocinara algo.

El mayor salió de la habitación y fue a prepararse algo.

___ se quedó en silencio por unos segundos en su silla. Giró su cabeza, mirando el cielo a través de su ventana. Estaba despejado.

No te dejaré ir tan fácil...  [Muichiro Yandere x ___]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora