Capítulo 6: Eternamente, por siempre [Parte 2]

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Xiao Zhan POV

Me resulta increíble el efecto que puede tener una charla entre la relación de dos personas. Un mal entendido puede destruir un vínculo, pero una charla puede construir uno nuevo y mucho más fuerte.

Hace dos semanas Yibo apareció frente a mí en el café donde me encontraba desayunando, me invito un café más y yo acepte algo confundido, minutos antes había estado meditando en soledad e intentando aceptar que la situación con él había llegado a su fin, o al menos tendría puntos suspensivos algunos meses o años.

No puede ser hipócrita y aproveche para pedirle disculpas, me había comportado como un patán. Había hecho una promesa que no cumplí por cobardía, por más miedos de los que puedo recordar hoy en día. También acepte la invitación de un extraño a tener una cita y sexo. Claro que al extraño lo conocía menos de lo que había llegado a conocer a Yibo cuando lo vi por las calles, pero por este extraño no sentía mariposas ni me hacía preguntas sobre mi persona, fui guiado por un poco de rabia y decepción, ambas producidas por la actitud que tomó Yibo ante mi confesión.

Yibo fue el segundo en disculparse por su reacción "no quise hacerlo tan grande e irremediable, pero los días pasaron y así se volvió", había explicado, lo que me dio a mí la confianza para confesar que el sexo no había sido tan genial como había pensado, Yibo había reído y el clima que entre nosotros se transformó en una atmósfera más fresca, cómoda, agradable.

—El sexo es genial —había asegurado él con un poco de seriedad.

—No se sintió así, fueron los diez minutos más aburridos y tediosos de mi vida, si así es siempre, me quedo con la masturbación y el sexo oral, muchas gracias.

—Dime que al menos terminaste... —mi risa había explotado en todo el pequeño establecimiento.

—¿Estas de broma? Ni siquiera mantenía una erección. El hombre era una bestia egoísta y desconsiderada, de aquellos que buscan solo su placer.

—Pero lo viste otras veces... ¿No?

—¿Hablas del día que nos cruzamos? El idiota estuvo acosándome por mensajes, quería que fuese a su casa. Me reuní con él en un lugar público para pedirle que dejara de molestarme, le dije que para mí fue algo de una sola vez... ¿Sabes lo que me dijo? —Yibo negó, en su mirada había visto el interés a lo que contaba. —Que era un puto, que si hubiese sabido que iba de cama en cama fingiendo ser virgen no hubiera estado conmigo. Y antes de irse detuvo al mesero y le dijo que lo pensara dos veces antes de mirarme porque era un cualquiera... ¡Fue el momento más vergonzoso de mi vida!

—Maldito resentido, me imagino que no quieres volver a ese lugar.

—Es este, Zhuo Cheng es el mesero. Enfureció al imbécil antes de que se sentara y presentará, somos amigos ahora, le explique cómo habían sido las cosas. Me dijo que no creía que fuera un hombre fácil, pero si algo tonto al aceptar a ese idiota.

—Y supongo que le contaste de mí por la sonrisa que tiene al mirarnos...

—Sí, no es muy disimulado, pero es buen chico.

Desde ese día comenzamos a vernos a diario, ya casi no nos enviamos mensajes más que para acordar detalles, todo lo que tenemos hoy en día para decirnos lo hacemos en persona, eso es lo mejor de haber dejado la relación virtual.

He ido más veces a su casa de las que nos hemos encontrado en sitios públicos, hemos tenido algunos encuentros sexuales ya que suele estar solo por la tarde. Tiene un hermano mayor que pasa más horas de lo normal en la casa de su amigo y una madre que está por las mañanas y llega al final de la tarde, por lo que tenemos por unas pocas horas la casa vacía.

Las cuatro estaciones [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora