En mi mente divagan miles de preguntas, Hasen me llamó Selene, como si ese fuese mi nombre.
El carilindo toma las cadenas que me mantienen sujeta a un muro y las revienta de manera extraordinaria. Resoplo de alivio al sentir las cadenas desprenderse de mi piel, esta arde y se distingue la carne viva, me avienta una sábana color cobrizo de una textura áspera pero capaz de mantenerme caliente por lo que resta de la noche. Me recuesto sobre el alimento del ganado y quedo profundamente dormida.
[...]
Despierto por unos estruendosos gritos femeninos.
- Levanta jovencita -una robusta mujer me agita sus faldas en el rostro-
Me incorporo sin dudar, la mujer me avienta una camiseta grisácea, una falda negra y ropa interior color topacio. Me visto rápidamente y soy guiada a unas escaleras metálicas, la mujer me acompaña.
- Mi nombre es Delayla y soy una criada a sus órdenes -suelta un bufido-
- Encantada -susurro casi inaudible-
Delayla me toma suavemente del antebrazo y me empuja hacia una habitación. Esta es color cobre con florecillas color violeta dibujadas en las paredes, posee una cama color bronce con diamantes incrustados, un armario enorme repleto de trajes y accesorios y un baño privado de un profundo color topacio y detalles blancos.
- Está será tu habitación hasta el día del Ritual, llama si me necesitas -me informa Delayla y sale de la alcoba-
No pregunto sobre el ritual, me limito a admirar los trajes del armario y acariciar la textura suave y blanda de la cama, me recueto en esta y cierro los ojos, disfruto el silencio sepulcral.
Siento un leve ardor en mi espalda por las heridas. Sin embargo, el dolor ha desaparecido casi por completo.
El silencio me ayuda a pensar y de pronto todas las preguntas se acumulan en mi cabeza.
¿Por qué me llamó Selene?
¿Por qué Geux se arrodilló ante mí?
¿Por qué me han guiado hasta acá?
¿Por qué he sido secuestrada?
- ¿Por que es tan apuesto? -susurro mordiendo mi labio y rápidamente agito mi cabeza alejando esos pensamientos-
He de admitir que al cerrar mis ojos, en la oscuridad veo sus ojos verdes que sin duda hipnotizaría a cualquiera.
