Prólogo: ¿Quién es Cry?

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Empecemos; una plaza, un lugar con poca luz, ambiente gris, rojo, sombrío, tétrico y romántico... Veo charcos de sangre, tal vez lo que veo a mi izquierda son cuatro personas tiradas en el suelo. No recuerdo quienes son. Veo a la derecha y está alguien moribundo sentado; también cubierto de sangre. Veo un poco alrededor y hay una fea criatura justo en frente de mí, una daga cubierta de sangre en su ojo, me miro la ropa, está toda manchada de sangre. ¿Es mía la sangre? Mi cabello está cubierto de sangre; tanto así que gotea. Lo único que oigo es el goteo, gota, gota, go-

—¡Ey, ey, Cry! ¿Estás bien? ¡Por favor, reacciona! —Un chico me hace reaccionar.

—¿Eh? Hmmm... ¿Quién eres? ¿Qué carajos pasó aquí? —Pregunto con un tono flojo.

—No importa, amigo. Ven rápido, hay que salir de aquí —Toma de mi mano y me intenta levantar, pero me reuso.

—Espera, espera, no puedo irme contigo; quiero que saber que pasó, aquí y ahora.

—Amigo, es duro. Tenemos que irnos antes de que pierdas toda tu sangre —Me dice muy preocupado.

Miro mi abdomen y noto una cortada

—Esto es mi sangr-Me desmayo

•••

Frío, incomodidad. Huele a carne. Tengo hambre. ¿Qué pasó anoche? No veo nada.

Intento moverme pero me siento atrapado y empiezo a gritar.

—¡Ayuda!

Oigo a alguien acercarse. Abre la puerta. Hace mucho ruido, me estoy sintiendo angustiado... Ya entró, está aquí y no dice nada. Respira, respira, respira... Hmmm... aún oigo que sigue ahí y no se mueve.

—Ey, ¿qué pasa? ¿Por qué no veo nada?

—Te he vendado los ojos.

Me quedo en silencio esperando a que añada algo. Pero hasta ahí.

—¡Bueno! ¿Me dirás por qué lo has hecho o quieres que te entreviste? —Le digo muy furioso.

—La verdad, solo quería joderte, Cry. ¿Qué te sucede? —Lo dice con un tono burlón tan molesto.

—¡Quítame la venda de los ojos! Y desatame ¡Ahora!

—Enseguida.

Me quita la venda de los ojos, me desata los brazos y piernas. Veo a un jovencito, como de unos quince años, no tengo idea de quién es. Ante mis ojos un cabello amarillo peinado para atrás, cómo si hubiera sido lamido por una vaca y ojos grandes y rojos vestía muy elegante, tiene cara de menso.

—¿Y quién se supone que eres? ¿Qué hago aquí? ¿Quién soy? —Me siento y me acomodo en el copete de la cama.

Me mira fijamente con seriedad y me dice:

—Calma. Las preguntas una por una... Y primero empiezo yo. ¿Ok?

Yo sin saber qué pasa, asiento con la cabeza. Un maldito mocoso. ¿Se cree mejor que yo?

—¿Quién te crees que eres? para hablarle así al gran... Al gran... No lo sé... —Dudo. "¿El gran quien?"

El imbécil me mira con cara de que es mejor que yo, pero, ¿por qué tengo una actitud tan arrogante? Casi digo algo que ni estoy seguro. Mejor me quedo tranquilo y acato.

—Bueno, está bien. Has las preguntas, inútil —Con un poco de desaprobación en mi tono, para no perder el toque.

—Primero que nada, respeta, Cry. En ningún momento te he faltado el respeto, pero bueno, no le demos vueltas al asunto y vayamos directo al grano —Se sienta en una silla en frente de la cama.

Sangre De La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora