Jimin un chico inestable y creativo, reside en un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Vive sin rumbo y va de un trabajo a otro para ayudar a su familia a llegar a fin de mes. Sin embargo, un nuevo trabajo pondrá a prueba su habitual alegría. En el...
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La mañana de la boda amaneció luminosa y agradable, como me esperaba. Las mujeres como Cecillia siempre se salían con la suya. Alguien se habría encargado de avisar a los dioses del cielo para que haya tan buen clima.
--No está mal, ¿eh? --Yoongi dio un paso atrás y ahí estaba Jungkook, con traje oscuro, camisa negra con los primeros botones desabrochados.
Se veía bien, yo también sufrí bastante intentando elegir un atuendo lo suficientemente bueno para la boda. Estaba bastante contento la verdad.
--No está mal --dije porque, por alguna extraña razón, no quise comentar lo guapo que estaba-- Va a lamentar casarse con otro.
Jungkook rodó los ojos, pero yo sabía que el comentario también le divirtió.
Al llegar al lugar, los ojos de Jungkook me miraron. Se me hizo un nudo en el estómago.
--Tendremos un comportamiento impecable, Park-- dijo.
--Solo te advierto, que si haces lo de mi pie izquierdo... me iré a casa y te quedarás aquí con todas tus ex-novias.
Jungkook se dio la vuelta y comenzó a dirigirse a la iglesia, le oí murmurar un pequeño "Aguafiestas".
Sonreí.
La ceremonia transcurrió sin incidentes. Cecillia estaba tan ridículamente bella como me esperaba. Me quedé mirándola mientras avanzaba flotando por el pasillo junto a su padre con la música de bodas de fondo.
Y de repente se acabó. La verdad la ceremonia no tuvo nada extraordinario. Jungkook se dirigía hacia la salida de la iglesia. Le miré a la nuca, erguida y curiosamente digna, y quise preguntarle si venir había sido un error.
Quise saber si aún sentía algo por ella. Quise decirle que, a pesar de las apariencias, esa boba rubia no se merecía un hombre como él y que... No sabía qué más quería decirle.
Solo deseaba que se sintiera mejor.
Salimos al jardín hermosamente adornado y fui a traer algunas bebidas mientras Jungkook me esperaba. Al volver, un hombre hablaba con él.
--Qué alegría verte, Jungkook --decía-- La oficina no es lo mismo sin ti.
--Eres muy amable.
El hombre alzó la vista cuando reparó en mi presencia.
--Park Jimin, te presento a Kim Taehyung.
Sonreí hacia Taehyung, amable. Él se ruborizó.
--La vida no te va tan mal, ¿no?--dijo Taehyung intentando bromear -- Bueno... me alegro de verte, Jungkook. Y a usted, joven Park.
Hizo una pequeña reverencia y se marchó nervioso.
--Es un gran chico-- Jungkook sonrió hacia mi-- se ve que le gustas.
