Narra Leah:
Aonung: Sois como raras, ¿no?-otra vez sus amigos y él-
X: ¿Ha esto lo llamáis cola?-agarró la cola de Kiri-
Leah: No la toques imbécil-le empujé-
Aonung: Vamos, alienigena muéstrame tu mano-me intentó agarrar la mano pero se lo impedí-
Lo'ak: ¡Ey!-se puso frente a nosotras junto con Neteyam-
Neteyam: Retrocede, ahora-apuntó a Aonung- De ahora en adelante quiero que respeten a mis hermanas-Lo'ak se acercó a Aonung-
Leah: Lo'ak-le llamé-
Lo'ak: Se que piensas que somos un bicho raro, un mestizo o un alienigena. Pero hay una cosa que se hacer-cerró el puño y le pegó un puñetazo-Se llama puñetazo, imbécil-
Lo'ak y Neteyam empezaron a pelear con Aonung y sus amigos y mis hermanos iban ganando pero eran más en número.
Leah: Suelta a mi hermano-le pegué en la cara a uno de los amigos-
Uno de sus amigos fue a por mi y tiró fuertemente de mi cola tirándome al suelo, grité de dolor. Aonung fue hacia su amigo y le empujó lejos de mi.
Aonung: Él único que puede molestarla soy yo-le dijo molesto-
Lo'ak: ¿Pero que dices?
Leah: Lo'ak basta, bastante bronca nos dará padre-Aonung no quitaba su vista de mi-
Nos fuimos de aquel lugar para así entrar a la choza donde padre nos esperaba con mala cara.
Jake: ¿Qué os dije de meteros en problemas?
Leah: Lo siento señor
Neteyam: Señor asumo toda la responsabilidad
Jake: No intentes cubrir a estos dos
Lo'ak: Señor Leah solo me ayudó, no es su culpa
Jake: ¿Cómo han quedado ellos?
Neteyam: Peor, mucho peor
Salí de la choza después de eso ya que padre me había dicho que lo hiciera, a lo lejos vi a Aonung. En su cara tenía un marca de un puñetazo y el labio algo mal. Parece que no se había curado las heridas.
Leah: ¿Por qué no nos dejas en paz a mis hermanos y a mi?
Aonung: Porque no os soporto-apartó su mirada de mi-
Leah: ¿Y entonces por qué me defendiste?
Aonung: Porque no eres tan insoportable como ellos
Leah: Me lo tomaré como un cumplido, quizás deberías de curar tus heridas
Aonung: A ti que más te da
Leah: Se supone que no debemos de pelearnos más, vamos que te voy a curar-me agarró la mano y me arrastró con él-
Aonung: Es por aquí idiota-nos metió en una cabaña y se sentó-
Leah: ¿Qué haces?
Aonung: ¿No me ibas a curar? Pues hazlo
Leah: Eres muy mandon-sonreí-
Me senté frente a él y comencé por curar sus heridas. Se movía como un niño pequeño.
Leah: No te muevas tanto
Aonung: Pues no seas tan brusca
Leah: Eres como un niño, estate quieto-me acerqué más a él-
Aonung no paraba de mirarme mientras que le curaba y la distancia que había entre los dos no ayudaba.
Leah: ¿Qué miras?
Aonung: No eres tan fea de cerca-sonrió-
Leah: Menudos cumplidos me haces pescadito
Aonung: Bueno, por algo se empieza. ¿No?
Leah: Idiota, ya estás. Haber si dejas de quejarte tanto
Aonung: Era tu culpa preciosa
Leah: Deja de llamarme preciosa-me alejé de él-
Aonung: ¿Te pongo nerviosa?-me acorraló contra la pared de la cabaña-
Leah: No seas idiota, ahora quítate
Aonung: No sueñes conmigo preciosa-me sonrió para después irse-
¿Pero y a este que le pasa? Me hace sentir confundida, me defiende y ahora esto. No entiendo porqué me siento así