Narra Aonung:
Estoy algo nervioso ya que hoy voy a pedirle a Leah que sea mi esposa, no sé si aceptará serlo ya que habíamos dicho que se cancelaba.
Aonung: Kiri, ¿sabes dónde está Leah?
Kiri: Creo que se fue con Rotxo al bosque
Aonung: ¿Con Rotxo?-dije algo celoso-
Kiri: Si, ¿qué pasa?
Aonung: Nada iré a buscarla-salí de su choza para dirigirme al bosque-
Cuando me adentré en el bosque a lo lejos pude ver a Leah y Rotxo quienes practicaban con el arco.
Leah le enseñaba como dominarlo mientras que Rotxo no quitaba su vista de Leah y sus movimientos. La sangre de mi interior empezó a hervir mientras que apretaba mis puños en mis manos, estaban peligrosamente cerca.
Leah: Mantén el brazo firme y en alto-dijo subiendo su brazo-
Rotxo: Es más difícil de lo que parece-rió-
Leah: Tranquilo yo te enseñaré-sonrió-
Rotxo y Leah conectaron miradas y ella le sonrió dulcemente, no decían nada más solo había silencio. En cuanto vi las intenciones de Rotxo de acercarse a ella salí de donde estaba y le empujé con más fuerza que la primera vez.
Leah: ¿Aonung? ¿Qué haces aquí?
Aonung: ¿Ibas a besar a mi chica?-dije señalando a Rotxo-
Leah: Aonung no iba a pasar nada
Aonung: Quiero que él responda
Rotxo: Eres mi mejor amigo, pero no puedo evitar enamorarme de Leah-ella le miró sorprendido-
Aonung: Eres un idiota-le pegué-
Rotxo y yo nos empezamos a pelear hasta que Leah agarró mis brazos y me apartó.
Leah: ¡Eres un idiota!
Aonung: Te iba a besar-la miré enfadado-
Leah: Pero yo no lo iba a permitir, Aonung ya hemos hablado de esto
Aonung: Es mi mejor amigo, no puede andar intentando besarte cada vez que no estoy
Leah: Lo sé, pero eso se resuelve hablando. No pegándote con él
Aonung: No voy a permitir que nadie te toque Leah
Leah: Vamos-me dijo seria-
Durante el camino no me había dirigido la palabra, ni siquiera me miraba. Estaba enfadada por lo que hice, pero recordar cómo Rotxo casi la besa me hace querer golpearle otra vez.
Fuimos hasta su choza, sus padres no estaban y sus hermanos tampoco. Me senté mientras que ella sacaba las cosas necesarias para comenzar a curarme.
Aonung: Leah-la llamé-Amor-no obtuve respuesta-
Mientras que me curaba evitaba mirarme, estaba muy enfadada. Cuándo se giró a verme nuestras miradas se conectaron y apartó la mirada nerviosa.
Agarré su mentón para besarla, no era un beso desesperado y con algo de rabia. Era lento y suave, cómo si le estuviese pidiendo perdón durante el beso. Agarré su cintura para sentarla sobre mi y separarme sonriendo.
Aonung: ¿Sigues enfadada conmigo?
Leah: Eres un idiota-sonrió-
Aonung: Lo siento, ¿si? Pero no puedo evitar sentirme muy furioso cuándo veo que alguien quiere algo contigo-acaricié su cintura-
Leah: Pero yo no te voy a engañar
Aonung: ¿Y si conoces a alguien mejor que yo?
Leah: Yo no quiero a alguien que no seas tú Aonung
Aonung: Quiero decirte una cosa muy importante para mi
Me arrodillé ante ella y saqué el anillo de coral que había preparado para ella.
Aonung: Amor, ¿quieres casarte conmigo?