🌊 Capitulo 29 🌊

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Narra Leah:

Fuimos hasta nuestra cueva y Aonung me agarró en sus brazos para tumbarnos en una roca.

Aonung: Te demostraré que eres totalmente mía

Leah: ¿Cómo?

Aonung: De una forma que te va a gustar mucho-arrancó mis colgantes-

Leah: Aonung ahora no me los podré poner

Aonung: Tranquila iré a por otros a la isla y volveré. Pero eso más tarde-dijo para atacar mis pechos-

Dejaba mordidas en cada uno de ellos y se divertía escuchando los gemidos que salían de mi. Movía su rodilla entre mis piernas creando así más necesidad en mi por sentirlo, Aonung si había cogido práctica desde la última vez.

Leah: No seas tan brusco

Aonung: Te encanta que sea así-me sonrió para seguir con lo suyo-

Nos quitamos las únicas prendas que nos separaban para estar piel con piel y le tumbé en una roca para ponerme encima de él.

Me dejé caer sobre su miembro sintiendo cada centímetro de el, Aonung tenía su fuerte agarre en mis caderas ayudando a mis movimientos.

Aonung: Ojalá pudieras verte así, estás hermosa

Leah: Aonung-dije mirándole con los ojos entrecerrados mientras él me sonreía-

Me juntó a su pecho para empezar a penetrarme con mucha más rapidez mientras que me besaba, pasaba sus manos por todo mi cuerpo deleitándose con cada centímetro de este. Sentí mi trasero arder ante la mano de Aonung que se estampó con fuerza en este, después pasó su mano para calmar el picor y volvió a hacerlo.

Aonung: Quiero que me mires Leah

Leah: ¿Qué?

Aonung: Quiero que me mires en todo momento-dijo sonriendo, su sonrisa hacía que me derritiera más por él-

Sentía el calor acumularse en mi vientre y cuerpo y la mirada de Aonung no separarse de mi en ningún momento. Podía sentir el miembro de Aonung llegar hasta lo más profundo de mi y en un momento Aonung agarró mi mano para bajarla hasta mi vientre.

En el momento que toqué mi abdomen con la mano de Aonung sobre la mía pude sentir como mi vientre subía y bajaba en cada movimiento de Aonung y me di cuenta de que era su miembro.

Aonung: ¿Ves lo que causas en mi?

Leah: Por Eywa Aonung-le miré sorprendida-

El me sonrió para seguir con sus movimientos y poco después llegar a nuestro orgasmo. Caí en su pecho intentando regular mi respiración.

Aonung: Debo ir al pueblo para un colgante, no puedo dejar que te vean así

Leah: Tranquilo yo te espero aquí

Mis caderas dolían bastante y cuándo Aonung volvió me miró sonriente.

Leah: No me mires así, me duele todo

Aonung: ¿Por qué será?

Leah: Ya ya déjame

Aonung: ¿Segura que puedes levantarte?

Leah: Pues claro-casi me caigo-

Aonung: Anda deja que te lleve al pueblo

Leah: Idiota

Aonung: Yo también te quiero

Un amor || Aonung y Leah Donde viven las historias. Descúbrelo ahora