🌊 Capitulo 15 🌊

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Narra Leah:

Después de lo ayer me fui a descansar y ahora me encuentro saliendo de mi choza. No sabía donde estaba Aonung por lo que fui hasta la playa encontrándome con Rotxo.

Rotxo: Ey, hola Leah. ¿Qué tal estás?-me sonrió-

Leah: Hola, bien. ¿Qué tal estás tú?-le devolví la sonrisa-

Rotxo: Bien, supongo que estás buscando a Aonung

Leah: Si, pero ahora mismo me iba a nadar. ¿Quieres venir?

Rotxo: Claro, ¿te importa si antes le doy de comer a mi Ilu?

Leah: No hay problema, te acompaño-dije para caminar hasta la orilla del mar-

Rotxo: Con que casaros eh

Leah: Ronal puso esa condición-llamé a mi Ilu-

Rotxo: ¿Qué tal llevas adaptarte a la isla y nuestras costumbres?

Leah: Bien, este sitio es muy hermoso. Cada vez aguanto más debajo del agua

Rotxo: Me alegro, ten. Para tu Ilu-me dio pescado-

Leah: Nunca le he dado de comer a mi Ilu, se encargaba Aonung-dije con algo de vergüenza-

Rotxo: No hay problema, acércale el pescado a su boca y en cuanto veas que la abre tíralo en su dirección

Leah: Gracias-le sonreí-

Rotxo es muy amable, debe de ser el único amigo de Aonung que me cae bien. Solté el pescado y por inercia me eché para atrás y Rotxo agarró mi espalda con cuidado para no caerme.

Rotxo: Lo siento-me miró avergonzado-

Leah: No, no te disculpes tranquilo. Gracias por enseñarme

Rotxo: Aonung tiene suerte de tenerte

Leah: Y pensar que antes nos caíamos mal-reí-

Rotxo: En la tarde podríamos ir con Aonung hasta el bosque

Leah: Claro, eres muy amable

Rotxo: ¿Quieres que esperemos un poco a Aonung o ir a nadar?

Leah: Podemos esperar a ver si aparece

Rotxo: Cuéntame algo sobre el bosque,en lo que esperemos

Leah: Es muy diferente a este lugar, no podría decir cuál es más hermoso ya que es muy difícil. Todos tenemos un Ikan, que volaran con un solo jinete durante toda su vida

Rotxo: Y supongo que son agresivos

Leah: Si, sabemos cuándo nos eligen ya que intentan matarnos. A veces echo de menos mi antiguo hogar-dije algo triste-

Rotxo: Es normal, pero no estés triste siempre podrás visitarlo-me abrazó para consolarme-

Nuestro abrazo duro poco ya que lo empujaron lejos de mí y enseguida pude saber que era Aonung.

Leah: ¿Pero a ti que te pasa?-dije acercándome a Rotxo para levantarlo-

Aonung: Nada, solo encuentro a mi novia y a mi mejor amigo abrazados a lo lejos. ¿Que quieres que piense?

Leah: Rotxo será mejor que te vayas, no tienes porqué escuchar esto. Lo siento-dije sonriéndole levemente-

Aonung: ¿Qué haces abrazada a él?-dijo en cuanto Rotxo se fue-

Leah: Aonung debes entender que un abrazo no significa nada

Aonung: Pero eres mi novia

Leah: Exacto, soy tu novia no una mascota y él es tu mejor amigo. Solo estábamos abrazados, eso no es una infidelidad

Aonung: Leah pero tu no lo entiendes, eres mi chica

Leah: Lo se, se que soy tu chica. Pero también tengo la libertad de abrazar a Rotxo, que es tu mejor amigo

Aonung: Lo se pero no puedo evitar sentir celos cada vez que te veo cerca de otro hombre que no sea yo

Leah: Es la primera vez de los dos que estamos con alguien, pero tienes que saber que tenemos nuestras libertades

Aonung: ¿Y por qué estabais abrazados?

Leah: Porque extraño mi hogar y Rotxo me dijo que podría volver a visitarlo cuando quisiera mientras me consolaba con un abrazo

Aonung: ¿Te vas a ir? Por eso estás tan rara

Leah: Aonung yo no estoy rara y no me voy a ir. No te pongas así por decir que extraño mi hogar

Aonung: Mira te seré sincero, cada vez que estás cerca de otro hombre peleo contra mi mismo para no pegarme con él. No quiero que te vayas, quiero que te quedes conmigo a mi lado. Se que no he reaccionado de la mejor forma pero debes de entenderme que solo te quiero para mi, no quiero sonar tóxico

Leah: Aonung, te conozco y sé que no eres tóxico tranquilo. Claro que te entiendo, sé lo que puedes pensar y te entiendo totalmente. Pero yo nunca te engañaría o haría algo con ese tipo de intenciones

Aonung: Lo siento-dijo cabizbajo-

Leah: No digas tonterías está todo bien-dije besándolo-

Durante el beso agarró mi cintura con algo de fuerza para atraerme a él y sentir su piel contra la mía.

Aonung: ¿Podemos?-dijo mientras daba una leve mordida a mi cuello-

Leah: Aquí no

Aonung: Vamos a la cueva-dijo agarrando mi mano y llevarnos al agua-

Un amor || Aonung y Leah Donde viven las historias. Descúbrelo ahora