27. De regreso

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TEMP02 CAP07 EP27

-¿Qué es lo que te trae por aquí? -no dejaba de preguntar aquel tipo.

Yo no dejaba de mirarlo, así, tal vez, consiguiera despertar su rostro en mi joven memoria.

-¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -seguía diciendo.

Yo volví de mi trance y le respondí al fin con la pregunta que me salió de dentro y que tanto quería hacerle.

-¿Quién eres?

Se quedó callado mientras mantenía su mirada sobre la mía. Se dio media vuelta, mientras me hacía un gesto para que lo acompañara.

Y yo le seguí. Caminábamos bajo la lluvia, él bajo su paraguas y yo siguiéndole de cerca, hasta que llegamos a una parada de autobús con un pequeño techo que evitaba que me mojara por el diluvio que estaba cayendo sobre la ciudad.

Me senté en los asientos de la parada, pero sin embargo, aquel tipo no lo hizo. Metió la mano en uno de los bolsillos del abrigo que llevaba y yo, temiéndome ya lo peor, hice el intento de salir corriendo de allí.

Sin embargo, me detuve en cuanto vi el objeto que había sacado del bolsillo. Un billete de autobús.

-Jeremy. Me llamo Jeremy. -me dijo mientras me daba aquel billete y se marchaba lentamente, hasta que lo perdí entre las gotas de lluvia.

Me di cuenta que la parada en la que me encontraba pasaba un autobús que paraba cerca de mi casa, entendí, entonces, que aquel tipo que decía llamarse Jeremy, había pagado mi viaje de regreso.

Una vez que me monté en el autobús y mientras miraba por una de las ventanas de mi asiento cómo el cielo se despejaba poco a poco y la lluvia cesaba, no podía dejar de pensar que probablemente aquella persona sabía donde yo vivía, porque si no, aquello no habría sido mera casualidad.

Otra cosa por la que me sentí extrañado era el hecho de que le había visto en casi cualquier parte de la ciudad. Cerca de mi casa, cerca de la casa de Danny, cerca de Circus Baby's Pizza World, en la otra punta del barrio. Parecía omnipresente, pero cuando quise ir a buscarlo, no aparecía por ningún lado.

Cuando llegué a la parada cerca de mi casa había dejado ya de llover, pero el sol no volvería a salir ya que estaba anocheciendo. Recordé entonces que dentro de poco tendría que volver a bajar a aquel sótano para ver si conseguía el propósito tan esperado de mi padre.

Abrí la puerta de casa y cerré con llave al instante. Era una costumbre que había tenido siempre y ahora más desde que vivía sólo. Me preparé algo de cenar, un plato de huevos revueltos estaría bien para recobrar la energía que aquel día que parecía ser tan normal, me había quitado.

A eso de las diez de la noche, sentí que había llegado el momento y, sin pensarlo mucho, me dirigí hacia la habitación de mi hermano Sammy para repetir el proceso del mismo primer día.

Girar la cabeza del peluche de Foxy, entrar a la habitación tras el armario, atravesar la puerta de madera y llegar al ascensor circular después de la puerta de metal.

Y así fue. Una vez dentro del ascensor de nuevo, le di al botón que presioné sin querer la noche anterior y comenzó a moverse y a bajar.

-¡Bienvenido de nuevo para otra noche de estimulación intelectual, opciones de carrera pivotantes y auto-reflexión sobre los errores del pasado! -me sorprendió Hand-Unit.

De tanta cosa que había ocurrido aquel día, casi me había olvidado de su existencia.

-Hola. -le saludé aunque seguramente no respondiera.

-Estamos comprometidos a crear una experiencia de trabajo única y satisfactoria y una parte de ese compromiso es que no se canse de la voz que está escuchando en este momento.

Mientras Hand-Unit hablaba más y más, yo no podía dejar de pensar en todo lo que me encontraría más abajo. De repente, salió el panel amarillo que había ya usado para escribir incorrectamente mi nombre.

-Usando el panel, seleccione, por favor, una nueva voz de acompañante. Para hombre, pulse 1, para mujer, pulse 2, para sólo texto, pulse 3 y para otra cualquier opción, pulse 4. -me explicó.

¿Cuál era el propósito de todo esto? Parecía una tontería, pero por algo dejaría mi padre todo esto programado de aquella manera.

Lo más gracioso de todo es que me puse a examinar con detalle el teclado, el cual, sólo contenía letras, ni un sólo número. Yo creo que se estaban riendo de mí. Pulsé algo al azar, no sabía qué hacer. Y la palabra ''error'' apareció en la pantalla.

-Parece que tienes algún problema con el panel. He visto lo que intentabas escribir y lo auto-corregiré por ti. -me dijo, de nuevo.

-Otra vez no... -me lamenté, sabiendo lo que venía.

-Gracias por escoger...''Adolescente angustiado''. -contestó Hand-Unit.

-Sigh...igual que yo me siento ahora mismo. -susurré.

Tras eso, se hizo un silencio en el ascensor. Esperaba que me dijera algo más, pero sin embargo, comenzaron a escucharse sonidos de como si alguien estuviera arrastrándose por los conductos de ventilación. Todo ello, seguido por la alarma del ascensor que indicaba que se iba a detener y la posterior música alegre, típica de ascensor.

-El ascensor se ha detenido...Ya conoces la rutina...Sal ahora o...lo que sea. Quédate aquí si quieres... -me dijo la...¿nueva voz de Hand-Unit?

Realmente había cambiado la voz con la que me hablaba. Ahora sonaba literalmente como un adolescente que pasaba de absolutamente todo. Pero yo, evidentemente, no me iba a quedar ahí, por mucho que me lo ofreciesen. Así que me agaché y me introduje en el conducto que había justo delante de la salida del ascensor.

-Así que, ¿te cuento una historia agradable? Un cadáver fue encontrado en estos conductos. Vale...no es agradable, pero...es una historia. -me dijo Hand-Unit irónicamente.

Qué desagradable, no sé qué era peor. Si la historia que me acababa de contar, o la voz con la que me lo decía. En fin, decidí proseguir mi camino arrastrándome al módulo central para no acabar como ese cadáver que la voz irritable de Hand-Unit me mencionaba.

Five Nights at Freddy's, The Untold StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora