La saga de videojuegos más terrorífica de Internet llega a Wattpad. Para resolver tus dudas, para mostrarte que nada es lo que parece o, simplemente, para entretener. Has estado vagando sin rumbo fijo teoría tras teoría para encontrar la verdad. Per...
-¡Muchísimas gracias por esta entrevista señor Henry! Ha sido un placer haberlo tenido aquí. -dijo Jack dándome la mano y despidiéndose de mí.
Salí de plató y ya estaba anocheciendo. Me dirigí a Fredbear's Family Diner para terminar los dos animatrónicos que me quedaban. Llamé a William varias veces para que viniera a dar su opinión pero no me contestó ni una sola vez.
Llegué al restaurante y vi que estaba lleno hasta arriba. Era normal, los viernes la gente solía venir mucho más. Los niños estaban saltando y cantando con los dos animatrónicos y mientras escuchaba la música que tocaban empecé a construir los dos robots que quedaban.
La primera, una animatrónica con forma de bailarina, del mismo estilo que los demás. Era muy colorida y seguro que a Elisabeth le encantaría. La bauticé como Ballora.
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La última animatrónica era para mí, la más especial de todos. Quería que Elizabeth se identificara con ella lo más posible así que hice a una niña con dos coletas pelirrojas, ojos azules, y un aspecto divertido, un payaso. Era perfecta. Le incorporé un dispensador de helado en su estómago con un ventilador para mantener el helado frío. Baby. Así la llamé. Y con ella, todos los animatrónicos estaban terminados.
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Estaba muy emocionado por contarle a William la gran noticia. Le volví a llamar como antes pero seguía sin contestarme. Decidí entonces enviarle un mensaje diciéndole que podría venir cuando quisiera a por los robots. Acto seguido, me marché a casa bastante cansado.
Mientras tanto, en otro lugar...
-¿Por qué nos has citado aquí? -dijo el jefe impaciente mirando a William.
-Quiero decirles que sí. -respondió William.
-¿Que sí qué? ¿A qué te refieres? -dijo el hombre rubio intrigado.
-Que me uniré a vosotros. Voy a formar parte del plan al completo. -dijo William seriamente.
Los tres hombres se miraron algo asombrados.
-Guau...eso sí que no nos lo esperábamos. -dijo el jefe aplaudiéndole.
-Jefe...¿eso significa que tendremos que contarle todo? -preguntó el hombre moreno nervioso.
-Así es. Te vamos a contar todo William. Al detalle.
En casa de Henry...
-¿Qué horas son estas de llegar? -me dijo Sarah enfadada.
-Lo siento cariño. Tuve que terminar de hacer unas cosas. -le respondí.
Se quedó mirándome unos segundos. Intuía que le pasaba algo. Lo podía ver en su mirada.
-¿Qué pasa? -le pregunté al fin.
-Nada...-respondió agachando la cabeza.
-Ey, me preocupo por ti, ¿sabes? Ya sabes de sobra que puedes confiar en mí. -le dije con una sonrisa.
-Es que...me preocupa pensar que nos descuides ahora con tanto trabajo. -me dijo.
Le volví a sonreír.
-Pase lo que pase, jamás. -le dije mientras la besaba.
Entonces, me saltó una alarma. La alarma de Fredbear's. Cogí mi teléfono y revisé las cámaras. No había problema. Eran William y...¿tres hombres extraños?
Vi que cogían los cuatro robots y salían del restaurante sin percatarse siquiera de que había visto todo.
Al despertar, lo primero que hice fue ir a casa de William al ver que no había contestado a ninguno de mis mensajes. Clare me abrió la puerta y le pregunté por él pero me dijo que estaba en su taller.
Fui hacia la parte de atrás y allí estaba, programándolos.
-¿Y bien? ¿Qué? ¿Te gustan? -le pregunté apoyado en la puerta de brazos cruzados.
Sin embargo, no obtuve respuesta de su parte. Seguía serio, concentrado en su trabajo.
-Amigo...-me repetí.
Nada.
-¡William! -le grité intentando llamar su atención.
Tiró la la llave inglesa al suelo y apretó los puños con fuerza.
Acto seguido levantó la cabeza poco a poco y me miró con cara de odio.
-¡¿Cómo has podido?! -me dijo gritándome.
Yo estaba perdido. ¿A qué se estaría refiriendo?
-Amigo...¿qué te pasa? -le pregunté nervioso. No sé de qué estás hablando...
-¿Ah no? ¿Cómo se te ocurrió decir en la entrevista que la idea de montar la empresa fue tuya? -me dijo apretando la mandíbula.
Tenía ganas de pegarme. Se lo notaba.
-¿Qué? Yo nunca dije eso. Lo único que dije fue que Security Puppet fue mi ide...
-¡Basta! ¡Déjate de mentiras! Sé perfectamente lo que escuché. ¡Lárgate de aquí! -me gritó señalándome la puerta.
Sentía una gran impotencia dentro de mí. Esto me superaba. Era demasiado para mí. Nunca William me había tratado así. Estaba claro que algo había entendido mal.
Antes de salir por la puerta lo miré con la misma cara de odio que él me había echado.
Volviendo del trabajo, esa misma noche, me encontré con un folleto por accidente que me dejó con los pelos de punta.
¡Circus Baby's Pizza World! ¡Gran inauguración! Mañana a partir de las 4 de la tarde. ¡Le esperamos!
¿Circus Baby? ¿Baby? ¿Inauguración? Esa y más preguntas comenzaron a rondar por mi cabeza una y otra vez. No estaba entendiendo nada. Para entenderlo tendría que ir. Tenía que asistir a aquella inauguración.
