01. El origen

673 178 3
                                    

TEMP01 CAP01 EP01

~Narra Henry~

¿Cómo empezar esto?

Es difícil contar toda esta historia, de principio a fin...

Han pasado tantas cosas...

Y todo, por la idea de dos "amigos".

Éstos éramos William y yo, Henry.

Dos personas idénticas y totalmente diferentes al mismo tiempo.

Mejor volvamos a los años 80'.

El año en el que empezó todo.


¡¡¡RING RING!!! ¡¡¡RING RING!!!

- ¿Uhm?...Otra vez no...Odio este trasto. ¡Cállate! ¡Apágate! -le grité al despertador- Qué idiota. Como si el aparato fuera a hacerme caso...No era habitual despertarme tan temprano todos los días, solo que William, mi compañero de trabajo me citó para vernos pronto porque tenía que decirme algo importante o yo qué sé. Nos conocimos hace ya tiempo, estudiando la carrera de ingeniería informática y desde entonces somos grandes amigos. Él también está casado y tiene tres hijos; Elizabeth, una niña de la misma edad que Sammy, un chico de tres años y Michael, un adolescente de catorce años.

Antes de bajar a desayunar, me aseé, me vestí, y fui a ver a mi hija, Charlotte, la cual estaba descansando profundamente en su cuna, era apenas un bebé. Tenía un mes y poco. Le di un beso en la frente y bajé a la cocina no si antes despedirme de mi esposa que ni se había despertado por el chirriante sonido de aquella máquina del mismísimo diablo.

Acto seguido, me preparé el desayuno y de repente mi móvil empezó a sonar. William. ¿Qué querrá este ahora? y contesté:

-¿William? ¿Qué pasa? -pregunté.

-¡Henry! ¿Dónde estás? Te estoy esperando hace rato. -dijo alzando la voz.

-¿De qué hablas? Dijiste de quedar a las nueve... -respondí.

-Pues eso, Henry...a las nueve. ¿Qué hora te crees que es? -contestó él.

Miré mi reloj y, efectivamente, eran las nueve y veinte.

-¡Ah! ¡Sí! Si ya estoy saliendo...(mentira). En cinco minutos estoy allí. -y le colgué.

Salí de casa a toda prisa, cogí el coche y me dirigí al taller de William. Minutos después llegué y antes de bajar del coche tragué saliva. William era una persona a la que no le gustaba que le hicieran esperar, pero en el fondo sabía que no era para tanto ya que teníamos una amistad muy fuerte. Salí del coche y allí estaba, en la puerta del taller, de brazos cruzados, mirándome fijamente.

-¡Hola William! -le saludé siendo lo más amable posible.

-Henry...llegas tarde. ¿Cinco minutos? Vamos anda, tengo que contarte algo. -me dijo fríamente.

Después nos sentamos en una mesa y después de que me sirviera algo de beber, le pregunté:

-Bueno amigo, ¿a qué se debe tanta intriga?

-Veo que quieres que vayamos al grano, ¿verdad? -me dijo riéndose.

-¿Recuerdas a Bot-02? -preguntó.

-¡Obvio que sí! ¡Nuestro proyecto final de la carrera de ingeniería! Pero, ¿qué tiene que ver él aquí ahora? -pregunté algo extrañado.

-¡El mismo! Resulta que se me ha ocurrido algo que creo que te puede interesar y nos vendría genial para aumentar nuestros ingresos y por tanto, crecer mucho económicamente. -respondió mirándome con cara desafiante.

-No te estoy pillando...¿qué es lo que se te ha ocurrido William? -le pregunté muy impaciente.

-Amigo, el otro día, haciendo limpieza aquí en casa, vi las fotos de Bot-02 y pensé, ¿por qué no volver a diseñar robots como los viejos tiempos? ¡Piénsalo! ¡Estaría genial! ¿O no? -me comentó.

Me quedé pensando en la propuesta un rato, hasta que me volvió hablar:

-Henry, es una propuesta interesante no lo puedes negar.

-Sí, a ver, suena bien. -respondí.

-Suena muy bien. -dijo él.

-Bueno, a ver, digamos que acepto. ¿De qué nos serviría crear un robot en miniatura como Bob-02? -le pregunté alzando una ceja.

-No, a ver. Mi plan era crear animatrónicos de gran tamaño con el objetivo de entretener. -respondió y se cruzó de brazos.

Animatrónicos. Siempre había oído hablar de ellos, pero nunca pensé que podríamos crear semejante máquina. Era un gran reto al que nos podíamos enfrentar. Un muy avanzado diseño de software y una programación de un verdadero genio de la informática.

-William, eso nos costará una fortuna. -respondí llevándome las manos a la cabeza.

-Quien no arriesga, no gana. Podríamos ponerlos en algún restaurante o algún local para que entretengan a los clientes. -comentó.

-¿Un restaurante? ¿En cuál? -pregunté.

-En alguno que construyamos.

-¡¿QUÉ?! ¡William despierta! ¡Nos arruinaremos antes de empezar! -exclamé muy exaltado.

-Tranquilo colega. Tengo un plan. Pedimos un préstamo en el banco. Construimos algo barato, por ejemplo una pizzería, construimos dos animatrónicos y ya tenemos negocio. Sólo necesitamos crear nuestra propia empresa y ya.

Todo sonaba muy lioso a la par que convincente. Pero, ¿y si todo salía mal y nos arruinábamos? Tal vez como decía William, era un riesgo que debíamos correr...Mi cara de preocupación aumentaba cuanto más lo pensaba.

-¿Y bien, Henry? ¿Qué dices? ¿Aceptas o no?

Five Nights at Freddy's, The Untold StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora