-Narrado por Michael-
-Michael, ya es tarde! ¡Muévelo! -Jalo mi bolso y salgo corriendo de mi habitación. Ya es muy tarde y no puedo tener otra falta en la escuela, porque ahora sí llaman a mi mamá-. ¡Michael!
No puedo creer que mi hermana se haya ido sin mí, traicionera
-Ya deja de gritar, viejita -beso su frente. Nunca me ha dado pena mostrarle el cariño que siento, con mamá puedo ser como quiera y ella es mi adoración-. Ya me voy, y no te llamarán de la escuela.
-Ya me han llamado cinco veces -me empuja hasta la puerta-. Ándale.
-¡Te quiero!
-¡Te amo!
La escuela no está muy lejos de aquí, y por eso puedo ir caminando. Lo malo de vivir cerca es que los profesores pueden venir a decirle a mi mamá lo mal alumno que puedo ser a veces. Miro a mis amigos en la entrada y es extraño que no estén en el salón, los saludo y entramos. Los dos están muy raros.
-¿Qué me quieren decir? Los dos están muy extraños, y ya me los conozco -llegamos al salón y coloco mi bolso en mi puesto. Hay una silla detrás de la mía y eso es lo más extraño-. Hablen.
-Nada, estás mal -se ríe Mia, negando con su cabeza-. El clima te está afectando.
-¿Estás seguro de que la chica de la celda no te dio una bolsita con algún polvo blanco? -Ernesto revisa los bolsillos de mis jeans y lo hago a un lado.
-Déjate de burradas -me rio porque es mejor eso que enojarme-. Gracias al universo fue la primera y última vez que vimos a esa chica que, de hecho, me cayó tan mal. Tampoco les pienso decir que ya la había visto antes
No termino de hablar muy bien cuando se escuchan unas voces detrás de nosotros. No me giro porque sé perfectamente que es el cabrón de Emilio. Va en otro salón, pero es una pesadilla para todos en la escuela, a excepción de las chicas, -a ellas se les baja las bragas por sí solas cuando lo ven-. Escucho a mis amigos dejar salir un pequeño jadeo y no puede ser que se pongan así por alguien tan insignificante como lo es Emilio.
-Lamento decirte que no era la primera y la última vez que veías a la chica de la celda -musita Mia, sin apartar la mirada de algún punto específico-. Necesitas ver esto.
Antes que ella diga algo más, me giro para ver a qué se refiere. Juro que me han echado una maldición cuando veo a la chica de la celda: sí, la misma que grité el sábado que nos detuvieron, y a la que miré en el bosque. No solo logró que me cayera mal en unos minutos, sino que aparece con el chico que peor me ha caído desde primaria. Al parecer, son novios, porque él la tiene abrazada, aunque ella lo empuja.
Está vestida con ropa de color, y su cabello trenzado. No se ve tan mal, pero tiene leves ojeras y para nada sonríe. No puede ser que de tantas personas en el mundo sea ella nuestra nueva compañera de curso.
Lo empiezan a saludar y la chica solo está ahí. No luce tan contenta.
-¡Hey, Michael! -Ya sabía yo que no iba a perder la oportunidad de joderme la vida. Emilio es una calilla-. ¿No me vas a saludar? Dos semanas sin venir a clases porque estaba lesionado, y no me piensas saludar. Qué maleducado eres.
Me rio, sarcástico
-Te extrañé tanto que te preparé una bebida con formol -se ríe por lo que he dicho-. Pero no te fue tan mal, regresaste con una novia nueva.
-¿A poco no está guapa? -Dice, refiriéndose a ella.
-Y por exceso de belleza estuvo detenida una noche entera -mis compañeros sueltan una carcajada-. O, más bien, por ser una delincuente.
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Y SI NO TE VUELVO A VER? (Michael Jackson y Tú)
RomantizmA veces no todo es para siempre hasta el amor más sincero tiene su final..