Ninat't: Eres mi ancla (NETEYAM)

CAPÍTULO 4

NINAT'T

Mis padres me observaban fijamente, tanto como si pudieran leerme la mente y eso me ponía sumamente nerviosa, pero aun así intenté mantener el control y me di valor para comenzar.

-        El día que me fui estaba segura que tenía que hacerlo, no es que quisiera alejarme o mucho menos desobedecerlos, pero tenía que irme, tenía que ir a ayudar, era algo que sabía que tenía que hacer y me fui de esa forma porque sabía que me detendrían – me sentía nerviosa, pero aun así continué – Nunca quise herirlos, pero no sabía que más hacer y lamento profundamente la forma en que me marché, pero no puedo disculparme por haberme ido – era difícil para mi hablar y era difícil para ellos escucharme, pero era algo que tenía que suceder – Cuando llegué al bosque me di cuenta que no era lo que esperaba y no les negaré que fue difícil, porque sin duda lo fue; sabía cazar, pero no como ellos lo hacían y a veces me costaba respirar, pero fui aprendiendo y muchos me ayudaron a mejorar hasta que fue tan fácil como nadar; aprendí a cazar, aprendí a caminar por los árboles, aprendí a volar y aprendí todo lo necesario sobre el enemigo tal y como tu decías – dije mirando a mi padre – Los observé y aprendí lo necesario para poder atacarlos

-        Le pregunté a Jake Sully y dijo que no te conocía, pero había escuchado de ti – intervino mi padre y asentí

-        Mi plan era llegar hasta su clan, pero fue difícil; no contemplé que ellos estarían en la montaña y cuando llegué me fue muy complicado acceder a ese lugar, así que me quedé en una de las aldeas del clan Tipani en los bosques bajos y peleé con ellos

Recordaba perfectamente el momento en que llegué al clan Tipani y la forma como reaccionar al verme, pero más aun, recordaba a la perfección el momento en que lo conocí; a él, Ali'Kay, el Olo'eyktan del clan Tipani, el primero que me dio la bienvenida y quien se encargó de enseñarme a sobrevivir y a luchar.

-        Aprendí las costumbres del bosque, aprendí de los mejores guerreros y cazadores; aprendí como acechar a una presa con tanta precisión que al perseguido apenas se daba cuenta del peligro antes de que fuera demasiado tarde.

Un recuerdo me vino a la mente y me fue imposible no sonreír

-        ¡Mal! ¡Terrible! – exclamó Ali'kay y bufé con frustración

-        Ya lo tenía – me excusé

-        Haces demasiado ruido, Ninat't, no importa si al final consigues la presa, si terminas atrayendo a otros depredadores

-        ¿Entonces?

-        Primero debes entrenarte en el arte de ser ligera al cazar y después recién debes entrenarte para matar – dijo acercándose – Debes entrenar tus sentidos y confiar en tus instintos, solo eso te mantendrá con vida; céntrate en tu oído y en tu vista, céntrate en los olores del ambiente y en como se siente la tierra bajo tus pies; concéntrate en lo que te rodea, pero no como si fuera algo apartado de ti, si no más bien como si fuera una extensión de tu ser, así como con el agua, es el mismo principio – dijo con seguridad – Debes desarrollar tanto la mente como el cuerpo, solo así serás una verdadera fiera.

Aprendí muchas lecciones de Ali'kay; él se encargó de enseñarme a conectar con el bosque, así como conectaba con el océano y me enseño a luchar de una forma completamente diferente a la que conocía y estaba muy agradecida por ello.

-        Poco tiempo después de que llegué a ese clan una aldea fue atacada y todos los habitantes fueron masacrados por la gente del cielo; cuando llegamos ya casi todos estaban muertos, fue entonces cuando encontré a Tekay que se aferraba a su madre con fuerza mientras lloraba asustada y lo último que dijo su madre antes de morir fue que cuidara de ella – dije con dolor recordando ese horrible momento – Solo Tekay sobrevivió a ese ataque; hubo demasiadas muertes y una gran perdida, pero logramos salvarla a ella y eso era un regalo – las miradas de mis padres se suavizaron y suspiré antes de continuar – Me esforcé cada día para salvar la mayor cantidad de vidas posibles y eso es lo que hicimos; sabíamos que Toruk Makto estaba atacando a las personas del cielo así que hicimos lo mismo y comenzamos a defendernos; peleamos cientos de veces y perdimos a muchos guerreros nobles, pero salvamos a muchos y eso era algo por lo que valía la pena luchar