CAPÍTULO 18

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NETEYAM

Era algo horrible de ver y aunque yo no tenía un hermano espiritual, podía sentir el dolor de Ronal con mucha claridad; Ninat't estaba a mi lado, llorando desconsolada al igual que sus hermanos y solo me bastó cruzar la mirada una vez con mi padre para entender lo que él estaba pensando.

"Esto era nuestra culpa"

Nos estaban cazando; el coronel Quaritch nos buscaba, en especifico a mi padre y este acto era su forma de mostrar su poder; este cruel acto era una señal de que estaba cerca.

Ronal estaba destrozada y devastada por la muerte de su hermana espiritual junto a su cría; pero también se veía furiosa y todos en el clan parecían compartir la rabia que su Tsahik estaba sintiendo, incluida Ninat't que se limpió las lágrimas sin apartar la mirada del Tulkun que hasta hace poco componía hermosas canciones.

-        Esperó muchos ciclos de apareamiento para tener esta cría – dijo Ronal entre lágrimas – El clan estaba feliz por ella... ¡¿Qué es esto Tonowari?! – exclamó y sentí a Ninat't tensarse - ¡¿Qué es esto?! – gritó y vi a mi madre bajar la mirada

Cuando regresamos a la aldea, todo era un torbellino de ira y dolor; los metkayina querían pelear e ir contra las personas del cielo; querían vengar lo que había sucedido, pero mi padre estaba en desacuerdo.

-        ¡Mi hermana espiritual y su bebé fueron asesinados por las personas del cielo! – gritó Ronal colocándose en medio de todo el clan

Tsireya lloraba desconsolada mientras Aonung la abrazaba en un intento de calmarla; Kiri y Tuk también estaban llorando al lado de mi madre quien se veía mortificada y Ninat't, ella simplemente observaba todo el caos con una expresión vacía que nunca antes vi en sus ojos.

-        ¡Esta guerra ya ha llegado a nosotros! – gritó Tonowari - ¡Sabíamos de la caza de nuestro pueblo Tulkun, pero estaba en el horizonte! ¡Muy distante! – exclamó con rabia - ¡Ahora está aquí!

-        Tienen que entender como piensan las personas del cielo – intervino mi padre – ¡El balance no les importa!

-        ¡Escúchenlo! – pedí mientras los miembros del clan gritaban y Ninat't me miró por un segundo

-        Las personas del cielo no se detendrán, es solo el comienzo – continuó diciendo mi padre – Díganles a sus Tulkun que se vayan, díganles que se vayan lejos de aquí

-        ¡¿Qué?! – gritó Ronal furiosa - ¡Vives entre nosotros y no has entendido nada!

Ninat't se acercó a su madre con esa mirada gélida en su rostro y tomó su mano para intentar tranquilizarla

-        ¡Lucharemos para proteger a nuestros hermanos y hermanas! – gritó un na'vi y mi padre volvió a intentar hablar con ellos

-        No, no, no – negó rápidamente – Si deciden pelear, si deciden atacar; ¡Ellos los destruirán! ¡Destruirán todo lo que aman! – dijo mirando el vientre de Ronal que instintivamente colocó su mano en señal de protección a su bebé que aun no había nacido

El caos volvió a desatarse, al igual que los gritos de todos los na'vi que deseaban pelear por lo que había sucedido, pero entonces mi padre tomó el rastreador que sacaron del Tulkun y lo levantó lo más alto posible consiguiendo que todos volvieran a callarse.

-        Díganles a los Tulkun que si les disparan uno de estos es una marca de muerte, llámenme y yo los silenciaré – dijo mi padre con pesar – Salvar sus vidas es lo único que importa ¿no? – preguntó y noté como la mirada de Ninat't se suavizaba un poco – Salvar a sus familias – dijo mi padre y noté como todos empezaban a ceder

Ninat't: Eres mi ancla (NETEYAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora