CAPÍTULO 19

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NETEYAM

Le habían dado; Ninat't me salvó, pero ella recibió el disparo y ahora no conseguía que abriera por completo sus ojos; parecía perdida y su dolor era evidente, pero yo no conseguía pensar, solo podía mirarla ahí en mis brazos mientras la sangre escapaba de su herida.

-        ¡Le dieron! – grité alertando a los demás y Tsireya me miró aterrada al igual que mi hermano y Spider

Todos subimos al ilu en el que iba Tsireya y sujeté a Ninat't con fuerza mientras nos alejábamos hasta un lugar seguro.

-        Tienen a Kiri y a Tuk – dijo Tsireya y bufé sintiéndome completamente impotente

-        No puedo volver – dije intentando que el ilu fuera más rápido

Nos detuvimos en una roca y comencé a llamar a mi padre que estaba cerca de nosotros; con su ayuda conseguimos subir a Ninat't a la roca y una vez ahí, en verdad comencé a desesperarme.

-        ¡Papá! – grité sin poder detener las lágrimas que se acumulaban en mis ojos - ¡Está herida! – grité y noté que mi madre bajaba en su Ikrán

-        Neteyam... - murmuró Ninat't y mis ojos bajaron a ella

-        Por favor, princesa, resiste – dije sintiendo el pánico apoderarse de mí

-        Hay que llevarla al árbol – dijo Tsireya llorando – Solo Eywa podrá ayudarla

Ninat't estaba débil y su herida se veía muy mal; estaba perdiendo mucha sangre y yo no podía dejar de temblar, pero Tsireya tenía razón, teníamos que llevarla con Eywa; solo ella podría ayudarnos en este momento.

Antes de que pudiera decir algo, un Ikrán diferente al de mi madre bajó del cielo y lo reconocí de inmediato; era Meia, el Ikrán de Ninat't, que parecía querer decirme algo mientras se movía frenética.

-        Quiere que vayas con ella – dijo mi madre de inmediato y mi padre me ayudó a levantar a Ninat't que se estremeció por el dolor

Cuando un Ikrán hacia un vínculo, era para siempre; cuando un Ikrán volaba con un jinete, lo haría para toda la vida, pero Ninat't estaba herida y yo nunca había montado ese Ikrán, se supone que no era posible, pero, aun así, subí al Ikrán recibiendo a Ninat't en mis brazos y acomodándola contra mi pecho e intenté realizar el vínculo.

Una vez que realicé el vínculo lo entendí; Meia quería salvar a Ninat't tanto como yo y estaba dispuesta a vincularse conmigo, porque yo era la pareja de su jinete; ambos teníamos un deseo en común y una meta, así que me elevé poco a poco aferrándome a Ninat't y mi madre asintió dándome su bendición mientras yo salía volando lo más rápido posible hacia la caleta de los ancestros y hacia el árbol de los espíritus.

-        Resiste, princesa; todo estará bien – dije sintiendo el miedo crecer en mi pecho – Tienes que resistir – murmuré con pesar – Aun nos queda un gran camino por delante; tenemos un futuro que cumplir, princesa – dije evocando esa hermosa visión que Eywa nos brindó – Debes resistir, por ti, por Tekay, por el clan y todos los que te necesitan; no me dejes, princesa – rogué y su respiración se aceleró por un momento

Ninat't estaba perdiendo demasiada sangre y aunque yo aplicaba fuerza en la herida para evitarlo; poco a poco se desgastaba aun más y temía que si no llegábamos pronto al árbol, ella no resistiría.

Esto no debió suceder; ella no debía resultar herida; lo que yo más deseaba en esta vida era mantenerla a salvo y formar ese futuro tan brillante que Eywa nos mostró; no podía imaginar mi vida sin Ninat't, sin verla sonreír cuando mirábamos el amanecer o ver ese brillo en sus ojos cuando alguien la retaba; no podía imaginarme la vida sin escuchar su risa tan melodiosa y dulce, no podía imaginarme sin sentirla en mis brazos o sentir la calidez de su mano al tocar la mía; simplemente no podía imaginarme continuar sin ella.

Ninat't: Eres mi ancla (NETEYAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora