Corazones de jengibre

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Etiquetas extras: Mucho fluff, Oliver tierno, Cute Barry, Pareja tierna, Cocinando con el Olivarry, AU sin poderes.

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Una noche tranquila de un jueves, Barry busca por el libro de repostería un postre que podía hacer para Oliver, no era una fecha especial ni el cumpleaños del mayor, solo quiere cocinarle un postre aunque Barry es el diente dulce el pelirubio nunca fue fan de ella, daba un esfuerzo a comer al ver el empeño puesto por parte del castaño en sus postres. Cometio el error en apoyar la desición de su novio en estudiar repostería, no había día que no le hiciera probar cosas dulces, luego Oliver obtuvo un malestar por consumir cantidades altas de azúcar, entonces una vez por semana lo hacía.

Ahora lo difícil es decidir cual podría preparar, había demasiadas opciones:

•Pie de limón simple o merengue.

•Pastel de frutas.

•Suflé de membrillo y manzanas.

•Pastel de tres leches.

•Churros.

•Galletas de jengibre.

Galletas de jengibre... -pensó el castaño. Es un postre simple, rápido, liviano y podía acompañar con leche o café, no contenía niveles de azúcar altos de lo que Oliver podía consumir y eran deliciosos. Todos los ingredientes que se necesitaban ya los tenía y puso manos a la obra, estaba tan ensismado leyendo la preparación que no escucho el sonido de la puerta principal abriendose.

Oliver salió de su empresa cansado, el día lo había pasado lidiando con papeleos, firmando contratos, permisos, que no pudo llamar a su novio y preguntar de su día. Abrió con pesadez la puerta del departamento y la cerro con la misma no encontro a su pareja en el recibidor como de costumbre ni en la sala, pero una ligera melodía provenía de la cocina se deshizo de su saco y tomo rumbo a esa dirección tenía sospecha que actividad estaba haciendo el amor de su vida, estaba seguro que lo encontraría leyendo su libro de repostería buscando un postre para cocinarle.

Acerto al clavo, ya que encontro al menor encorvado por el mostrador leyendo su libro, seguro leyendo la preparación de un postre ya que habían ingredientes en la mesa, al estar lo suficiente cerca lo abrazo de la espalda y beso su hombro, el menor no despego su vista del libro ni siquiera cuando Oliver deslizo sus manos por sus caderas.

"¿Día pesado?" Pregunto el menor, girandose ligeramente para juntar sus labios en un beso cariñoso.

"Como no tienes idea." Respondió Oliver al separarse, dejo su cabeza en el cuello del menor aspirando su suave aroma.

"Te noto muy cansado." Y no mentía el rubio tenía unas bolsas negras debajo de sus ojos, demostrando el estado exhausto.

El menor giro sobre sus talones y abrazo al rubio por el cuello, observo el estado agotado de su novio, los asuntos de su empresa si que lo tenía reventado y eso lo preocupaba.

"Ve a tomar una ducha, te quitara el cansancio." Propuso besando su mejilla gentil, quiso alejarse pero el mayor endureció su agarre en su pequeña cintura sin intenciones de soltarlo.

"Tomare el baño cariño, pero te quiero conmigo." Murmuró sobre sus labios.

"No puedo amor, tengo que preparar el postre que tengo para tí." Respondió nervioso, se mordió el labio inferior para no soltar un gemido por el apretón en sus caderas.

"Esta bien, por lo menos dejame ayudarte." Beso cada tramo de su rostro queriendo chantajearlo, dio resultado al escuchar la delicada risa del castaño.

"Bien, bien, te dejare ayudarme, yo sere tu profesor el día de hoy." Se separo de su pareja con un casto beso.

"¿Qué es lo primero?" Prengunto el rubio.

"Primero que nada, lavate las manos y ponte esto." Le paso un delantal rosa con detalles blancos.

"No me pondre esto." Dijo indignado al ver el delantal muy femenino a su parecer.

"No te quejes o no me ayudas." Respondío con un puchero el menor. "Ademas es muy lindo, y llevo uno igual." Le mostro el mismo delantal solo con pequeñas flores celestes.

"Como digas mamá." Se abstuvo de no besar el adorable puchero formado por su novio o lo follaría ahí mismo en la encimera.

Mientras el mayor se lavaba las manos, Barry saco todos los ingredientes necesarios, una cuchara de madera y el recipiente para hacer la masa, calento el horno a 180°

Luego leyo el primer paso de la receta:

Primer paso:

En un bol mezcla la harina tamizada, el azúcar moreno, el bicarbonato, la canela, el jengibre y una pizca de sal.

Hací lo hizo, en un recipiente agrego los 260 gr de harina tamizada, 100 gr de azúcar moreno, una cucharadita de bicarbonato, canela en polvo, jengribe en polvo y la sal. Los mezclo con la cuchara de madera, luego al ver la mezcla lista leyo el siguiente paso.

Segundo paso:

Bate el huevo aparte y añádelo a la mezcla. Después, agrega la mantequilla a punto de pomada y mezcla hasta tener una masa homógenea.

"Ollie, podrías batir dos huevos." Ordeno, despegando su mirada de la mezcla observando a su novio que lo miraba con amor.

"A sus ordenes, precioso." Guiño un ojo, haciendo sonrojar al menor.

Mientras Oliver batía los huevos, el fue a calentar la mantequilla en el microondas en su punto, estaba esperando que la mantequilla este lista, pero un puñado de harina impacto contra su rostro, lo que pudo escuchar fue la risa del mayor por su travesura hecha.

"¡Ollie!" Reprocho tosiendo, quitandose el exceso de harina de sus ojos para abrirlos observo la sonrisa traviesa plasmada en el rostro del rubio y en su mano derecha tenía otra recarga de harina lista para ser lanzada.

"El cabello blanco te hace ver mas sexy." Menciono guiñandole el ojo, lanzo otro puñado de harina y el menor lo esquivo y, agarro lo que tenía cerca, lo lanzo al mayor quien no pudo esquivar el proyectil y un huevo se estrelló en su cabeza.

"¡Oye! Te lanze harina, no un huevo." Menciono enojado -aunque no lo estaba- mientras el menor se reía de él.

"Tu empezaste, ahora te aguantas." Recordo travieso, tomando otro huevo, lanzandolo al mayor quien lo esquivo y él respondió con un puñado de canela en el rostro del menor.

"¡Entonces comencemos esta guerra, cariño!" Grito divertido el mayor, tomando un huevo y yendo tras el menor.

Cinco minutos después, Oliver tiene acorralado al de ojos esmeraldas besándolo con fiereza siendo correspondido, ambos bañados en harina, huevo y otros ingredientes más. El menor entrelaza sus piernas en su cintura, lo sostiene por los muslos y toma rumbo al baño sin dejar de besar y morder los labios del menor quien suelta gemidos inaudibles.

Sin duda ayudaría de seguido al menor, ya que luego de una sesión de sexo en la ducha, su novio termina exhausto, con olor a jengibre y canela en su cuerpo.

Aroma adictivo para Oliver.

Más adictivo que todos los postres.

One-shots [Olivarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora