Breastmilk

1.1K 49 1
                                        

Etiquetas extras: Mpreg, Lactafilía, Smut.

>•< Me llama la atención este fetiche y admito que es lo más morboso que existe.

>< Dedicado a Hanazaky

>•< También tengo una historia Omegaverse en mi perfil con este fetiche. Pasen a verla si gustan. <3

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

Cuando el psicólogo hizo la recomendación, Barry dijo que podría intentarlo, pero un enojado Oliver dejó en claro que jamás, que nunca, haría algo como eso.

Ya bastante control había perdido en esas malditas terapias como para seguir obedeciendo a alguien que creía que lo ayudaba cuando, solo alimentaba el mal en su interior, él esperaba solucionar asistiendo a esas citas. Su esposo además, estaba con aquellas mejillas sonrojadas intentando ser fuerte por ambos y darle confianza en algo que probablemente lo asustaba y no, Oliver estaba decidido en no, hacerle algo así a Barry, no a su dulce y puro ángel.

"No, no, está bien Bear."

"Amor, soy yo sabes, si lo necesitas..." Dijo el chico con mejillas prendidas en rojo.

"No." Espeto serio.

El mayor dio el tema por cerrado, masticó un par de palabras de indignación y miró a través del espejo retrovisor de su auto antes de arrancar: Ahí estaba su problema, Barry subiendo su polo y liberando sus pechos, para amamantar a su bebé, con aquellos pezones hinchados y rosados, luciendo terriblemente hermoso. Oliver se obligó a dejar de mirar 'Concéntrate en el camino, enfermo' Se dijo a sí mismo, moviendo las piernas, presionando hacia abajo, con la esperanza de calmar su dura erección.

¿Porqué? ¿Porqué siempre él? ¿Porque tenía que tener siempre algún problema? Su chico, su puro y angelical pareja, sin duda se merecía algo mejor que eso, un hombre que realmente lo respete y que no se masturbe encima de él, mientras duerme, fantaseando con tomar la leche que mojaba su pijama.

Claro que Oliver se maldecía por eso, porque ya no solo tenía que probarle a todos que no era un hombre malo por haberse metido con un angelical chico, sino que también, ahora que había tenido un hijo tenía que probar que no era un enfermo. Que era un buen padre, un excelente esposo y una persona con algo de moral. Y escupirles en la cara, a esos hijos de puta que no era un 'enfermo mental.'

Y no el esposo que soñaba con robar un poco de la leche de su hijo, tomando su lugar bajo el pecho y al fin probar ese líquido caliente.

Hasta que el menor lo descubrió masturbandose y quiso discutirlo pero Oliver se rehusó a decir palabra alguna. No podía aceptar lo que sentía, así que en lugar de hablarlo con su esposo, decidió que sólo un psicólogo podría ayudarlo. Pero luego el médico le recomendó experimentar con su fantasía, argumentando que era saludable y nada invasiva. Por un segundo lo creyó posible, hasta que a su lado Barry empezó a sonrojarse y tartamudear diciendo que estaba dispuesto a hacer eso, por Oliver.

"Estás mirando el espejo, concéntrante en el camino cariño." Hablo el castaño sonrojado.

"Lo siento." Se disculpo el mayor.

Barry le sonríe con una mueca tímida y pura, haciendo que el amor de Oliver crezca hacía él. El resto del camino el mayor mira al frente pero juega con su pensamiento favorito, la idea de ser el que beba la leche de su esposo, se calienta, se maldice y ansía llegar para correrse en su baño, oliendo alguna camisa del menor, casi pudo sentir alivio cuando llegaron y pudo bajar del auto.

"Ok Ollie, esto tiene que parar." Hablo el menor serio y mirandolo de la misma manera.

"¿Quieres brownies?" Preguntó intentando evadir el tema.

"No los quiero Oliver, quiero hablarlo." La mirada determinada y seria de su esposo le decía que no escaparía de esta.

"Amor, no es nada."

"Entonces ¿Por qué tienes una erección?" Preguntó el menor con una ceja alzada, apuntando su pantalon.

"Cariño..."

"Si te soy sincero quiero probarlo, quiero que lo hagas como te guste." Dijo con sinceridad el menor, sorprendiendo al mayor.

"Tú..." El mayor no pudo emitir palabras.

"No puedo dejar de pensar en esa vez que te encontré encima de mí, tocándote y tu rostro... Quiero volver a verte así. Que me mires así, me gusta. Siempre lo haces, pero cuando lo noto, dejas de hacerlo."

Oliver solo asiente, entendiendo sus palabras. Es increible todo lo que haría Barry por él, le parece tierno y muy pornográfico.

A continuación, Oliver acomoda a su esposo como se lo imaginó: Sentado en el sofá grande de la sala, sobre la manta de algodón con la que se suele cubrir. Agradece que su hijo les haya dado un respiro y duerma tranquilo en el cuarto del lado, ruega por que siga así, hasta que se haya saciado.

Barry no parpadea, sigue cada movimiento con atención, está fascinado porque jamás, ni siquiera en su epoca de noviazgo, a visto a el mayor tan inmerso en su perversidad.

"A-ahora, me voy a acostar... sobre tus piernas." Dice el mayor, con sus ojos azules brillando de lujuria.

"Ven." El menor entiende, es rápido y mira en los ojos de su marido la búsqueda de la aprobación, así que asiente. Oliver espera que pronto su esposo lo abandone asustado, pero en lugar, el menor lo invita, palmeando su regazo.

El mayor respira agitado, su pecho lo delata, siente emoción de lo prohibido. Se deja caer en el sillón y luego los suaves brazos del castaño lo reciben, su mirada maternal está ahí, aquella misma con la que mira al pequeño hijo de ambos, pero ahora sobre Oliver, más las mejillas rojas, como manzanas maduras.

Barry se levanta el polo lo suficiente como para liberar uno de sus pechos, la aureola rosada e hinchada delatan que está listo, que ha almacenado suficiente leche para la siguiente cena. El rubio sabe que esta vez no tendrá guardarla, esta vez él la beberá, Oliver se relame los labios, mira el pezón y Barry asiente: "Vamos Ollie, prueba un poco."

Oliver asiente, abre la boca y chupa con suavidad, Barry suelta un gemido distinto. Disfruta de que esta vez, su comensal sea delicado con él, que sea tan suave, el mayor intenta ser cauteloso en lo que hace pero pierde el control: El sabor dulce y caliente de la leche lo vuelven un adicto, un dichoso drogadicto que no puede dejar de pensar en que está tomando la leche de su buen esposo, de la madre de su hijo: "Despacio amor, oh Dios."

Se acaba un pecho, Barry siente la oscura mirada y le indica que puede seguir con el otro, el mayor cambia de posición. Siente la maldad correr en sus venas, el menor se abre de piernas, se chupa los dedos y mientras Oliver sigue succionando la leche, se los mete en su entrada. El contrario ahora se masturba, no puede dejar de sentirse enfermo pero al mismo tiempo en un niño que se apoya en el brazo de su madre.

El orgasmo es totalmente disfrutable, se corre con el pezón sensible y enrojecido aún en su boca, que parece resentir lo hambriento que estuvo esta vez su consumidor. Sigue mirando a Barry y esa mirada, le ha bastado al menor, para correrse sin siquiera tener que tocar su miembro, siente su pecho latir. Oliver entonces se levanta.

"Gracias, eres maravilloso mi amor." Agradece besando los labios del castaño.

Más tarde, Barry le da su bebé un poco de leche. Y agradece ver que aún le queda un poco para Oliver, piensa que tiene que alimentar a dos ahora, y que jamás ha sido tan feliz. Jamás se ha sentido tan... buena madre como hasta ese instante.

One-shots [Olivarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora