One-shots [Olivarry]

El amor es más fuerte

Etiquetas extras: Relación establecida, Oliver militar, Barry necesita un abrazo, Propuesta de matrimonio, Mucha ternura en este capítulo, Sonfic.

<•> Inspirado en la canción 'Un año' de Sebastian Yatra y Reik.

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"Feliz cumpleaños, bebé." Se oye la voz de Oliver por teléfono, sus ojos se vuelven a llenar de lágrimas sin derramar mientras yace en la cama matrimonial medio vacía.

"Espero que la pases bien, te veré pronto Bear. Te amo."

El castaño se muerde el labio inferior, sacandose el dispositivo de la oreja, mira la pantalla antes de presionar una vez más.

"Feliz cumpleaños, bebé." Repite Oliver, no recibe muchos mensajes de su novio, pero conserva los que tiene.

Han pasado cuatro años desde que Oliver había ido a servir a su país, en esos años de su ausencia solo lo había visto unas tres veces y casi nunca hablaba por teléfono con él. Aunque era difícil, se había acostumbrado a la ausencia de su novio, pero en las festividades no puede evitar que su corazón se hunda en un lago de tristeza, con la diferencia horaria y Oliver tan ocupado, se dificulta para ellos comunicarse.

Un golpe en su puerta lo saca de sus pensamientos, apaga su teléfono, secandose las lágrimas de sus mejillas antes de decir a quien sea que entre. Se sienta en la cama justo cuando entra Joe, con una sonrisa comprensiva en sus labios, él sabe lo difícil que es para él cuando Oliver no está aquí para celebrar.

"Ven aquí, hijo." Suaviza abriendo los brazos para dar la bienvenida a su lloroso castaño, acariciandolo y susurrándole palabras tranquilizadoras, Barry se aferra con fuerza a él como un niño pequeño.

"Sabes que estaría aquí si pudiera." Joe murmura en voz baja sin soltar al ojiverde. "Él odia estar lejos de tí, tal como odías estar lejos de él."

Él lo sabe, reconoce que si Oliver tuviera opción, se habría quedado en Estados Unidos, en algún lugar cerca de su novio.

"¿Por qué no te quedas en cama un rato? Hare el desayuno con Iris y luego tendremos una mañana tranquila antes de la fiesta."

Barry no tenía ganas de celebrar, prefería olvidar que era su cumpleaños y revolcarse en la lástima hasta mañana. Pero sabía que Iris había estado planeando esto durante meses, no quería decepcionar a sus amigos que se habían tomado un tiempo de sus ocupadas vidas para compartir con él.

Asintió, secandose los ojos y debajo de la nariz antes de apartarse de los brazos del hombre mayor. Joe se despidió revolviendole el pelo con una sonrisa antes de retirarse. Se había vuelto a mudar en el hogar de su infancia, ya que la idea de quedarse en el gran departamento que compartía con su novio, le estrujaba su corazón al oler la fragancia de la colonia varonil de Oliver en sus camisas y ver las fotos encuadradas que tenían juntos.

Luego del desayuno, se había preparado con un atuendo cómodo para recibir a sus invitados. Al mediodía los primeros en llegar fueron Caitlin y Cisco, luego Ralph, Cecile, Wally, Thea, Roy y Eddie.

Barry les sonrió a todos, abrazandolos y poniendose al día con sus vidas.

"Veinticinco te queda bien, cuñado." Bromeo Thea dandole un codazo.

"Me veo igual que ayer." Dramatizo riendo suavemente aceptando el abrazo de la menor.

"Ollie volverá, Bear." Susurro Thea antes de separarse con una pequeña sonrisa, antes de volver al lado de su novio dejando sin palabras al ojiverde.

La fiesta consistió en regalos, pastel, helados y juegos. Los juegos es una tradición familiar de los West y no importa si Barry prefería no hacerlo, Iris lo obligaba a participar. Sin embargo no se puede quejar, fue agradable competir Mario Kart con Cisco y Wally, por unos momentos pudo olvidar la tristeza de estar sin Oliver.

"¡Muy bien, un juego más!" Iris anunció, sonriendole a Barry con un pañuelo en mano. "El cumpleañero se debe vendar los ojos."

"¿Qué? Iris yo no-" No pudo quejarse antes de que fuera empujado a una silla por Eddie y Ralph, solo suspiró dejando que su hermana adoptiva le vendara los ojos.

"¿Cómo esto es divertido?" Cuestiona, extendiendo sus manos de todos modos. No era como si fuera capaz de salirse con la suya diciéndole a todos en la habitación que no lo haría.

"Cada artículo que deduzcas, ganas puntos extras, buena suerte novato." Dice Iris, haciendo reír a todos. Barry pone los ojos en blanco debajo del pañuelo pero sigue el juego, algunos objetos son fáciles y él los adivina bastante rápido.

"Muy bien, dos más." Avisa Iris, había acertado la gran mayoría así que extiende sus manos con un suspiro.

Hay silencio en la habitación, el castaño frunce el ceño, es la cosa más pequeña que le habían dado hasta ahora. La gran mayoría habían sido bromas, peluches, una lámpara, comida de la nevera. Esto en cambio, es diminuto, lo coloca en la palma de su mano jugueteando con él.

"¿Es un anillo?" Cuestiona curioso, es demasiado pequeño para ser de Joe y la sortija de Iris tenía un diamante.

Nadie le responde, pero de pronto sollozos llenan la habitación y Barry se preocupa, estirando la mano para quitarse la venda de sus ojos, listo para preguntar que estaba pasando cuando se queda sin aliento en la garganta.

Arrodillado frente a él, está Oliver con un uniforme militar sosteniendo en sus manos una pequeña cajita con un anillo dentro. Se tambalea de su silla antes de caer en el pecho del mayor, dejando escapar mil y un lágrimas por segundo.

"Oliver." Jadea humedamente, el contrario envuelve sus brazos a su alrededor abrazandolo con tanta fuerza como lo hace Barry. "¡Estás aquí!"

"Si bebé, estoy aquí." El pelirubio suelta una risita, sollozando mientras hunde su nariz en el cuello del menor, inhalando su suave aroma temblorosamente.

"Estás aquí." Repite entre lloriqueos el castaño, moqueando en el hombro del mayor, solo cuando Oliver lo aparta de su hombro para acunar sus mejillas se lanza con todo para chocar sus labios, miles de mariposas furiosas revolotean dentro de ellos y solo se separan cuando el oxígeno es importante.

"Ahora no volveré a irme de tu lado." Promete Oliver deslizando la sortija dorada en el dedo anular de su tembloroso castaño."

"¡Ni lo pienses Ralph, yo seré el padrino!" Su pequeña burbuja se desvanece con la batalla campal de Cisco y Ralph de quién sera el afortunado padrino.

"¿Quieres ir a un lugar más privado?" Susurra Oliver esbozando una sonrisa complice.

"Donde vayas, te seguiré." Jura entrelazando sus dedos, aprovechando la distracción de su familia para escabullirse con su prometido.

El amor atraviesa una etapa para probar que tan fuerte es la intensidad con la que se aman, si ambas partes ponen su esfuerzo, ni la distancia podrá separarlos.