Con amor

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Etiquetas extras: Omegaverse, Relación establecida, Omega/Oliver, Alfa/Barry, Mpreg, Barry es muy dulce para ser un Alfa.

Esta temática estará rara para algunos que nunca vieron a Oliver siendo pasivo o Omega, pero yo digo que siempre hay que probar de todo un poco ¿no?

Si es de su agrado esta temática puede que traiga más. ¡Disfrutenla! ♡

Perdonenme si parece corta. :^

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Si le hubieran dicho en el pasado que terminaría emparejandose con un Alfa joven y demasiado bueno para su suerte, hubiera golpeado a esa persona. Oliver nunca se había aceptado como Omega desde que se presento, siempre escondiendo esa parte 'errónea' en terminos suyos consumiendo supresores en cantidad desde la adolescencia causando que sus instintos primarios Omegas se apagaran haciéndose pasar como beta, pero eso no fue obstáculo para ganarse el título de playboy.

Luego ocurrió todo el incidente del hundimiento del yate, su padre suicidándose ante sus ojos, estar atrapado por cinco años en aquella isla donde realmente maduro, se acepto tal y como era; cuando regreso a su hogar no volvió a consumir los supresores.

Y al conocer a Barry, su Omega interior no oculto sus deseos de ser criado hasta el cansancio por el Alfa. Sin duda jamás conoció a un Alfa tan dulce, suave y gentil como aquel castaño, a primera impresión pensarás que el chico es un Omega pero aquel olor a café negro y bosque con pizcas de naranja, aquella aura tranquila pero firme que emanaba era totalmente de un Alfa, solo tuvieron que conocerse dos meses para comenzar una relación y pasar su primer celo juntos.

Ahora llevaban tres años de matrimonio, Oliver jamás se sintió tan completo. Aún se preguntaba cómo se había conseguido un Alfa tan amoroso que fácilmente podía pasar como Omega, esos instintos de sobreprotección eran los mismos que empeoro cuando Caitlin les había informado que estaba embarazado de un mes. Apenas de salir de los laboratorios STAR su esposo ya le había cargado en sus brazos y ordenado a Cisco un portal para llegar al departamento, de verdad nunca tuvo tantas ganas de golpear al castaño pero al darse cuenta que solo eran sus instintos Alfa no se quejo; además ¿te quejaras al tener a tu Alfa bailando al ritmo de tus órdenes para complacerte y cuidarte? Claro dejaba exhausto al menor pero aún así se esforzaba en mimarlo.

Se había conseguido al mejor Alfa.

Ahora estaba acurrucado en el sofá con un libro posado sobre su estómago de siete meses cuando Barry llegó a casa. Cerró el libro y lo dejó a un lado, agarrando al Alfa con las manos, quien se acercó a él con una sonrisa feliz y lo empujó hacia abajo besandolo tan pronto como estuvo al alcance de sus brazos, refunfuñando levemente cuando se apartó para dejar caer una mano sobre su vientre.

"¿Cómo están las dos personitas de mi mundo?" El castaño pregunto, sentándose de rodillas frente a donde su Omega estaba sentado.

"No muy bien." Se quejo cruzandose de brazos con un puchero que luego negaría haber hecho. "Tu cachorro me ha estado pateando todo el día. Estoy harto de esto."

"Oh, ¿entonces es mío cuando te hace daño?" El Alfa arqueó una ceja, fingiendo estar ofendido.

Oliver se animó un poco por las bromas. "Él es mío cuando es cortés".

"Bien." Cedió. "Pero no te sorprendas cuando resulte ser un hijo de papá."

El rubio lo miró con los ojos entrecerrados. "Después de todo lo que me ha hecho pasar, será mejor que salga como un niño de mamá."

"Supongo." Concedió Barry rodando los ojos divertido lanzando un suspiro dramático. Sus labios se crisparon cuando su Omega le dio una palmada en el brazo con su libro, y se frotó el leve dolor que apareció en sus bíceps.

"Estoy tan cerca de encontrar otro Alfa." Advirtió Oliver, pero la dureza a la que aspiraba se vio socavada por la diversión en su rostro.

El menor lo tomó de las manos y lo puso de pie, jurando: "No querrás otro después de que te muestre este truco."

"¿Qué truco?" Cuestiono, permitiéndole a su pareja maniobrar con su cuerpo hasta que su espalda estuvo presionada contra el pecho de este.

Barry acarició sin decir palabra la parte inferior del vientre de su rubio y lo levantó, sosteniendo todo el peso de su cachorro y dándole a Oliver un descanso de cargarlo todo el día. El Omega se quedó sin huesos por el alivio, derritiéndose contra el pecho del Alfa e inclinando la cabeza hacia atrás hasta que tocó el hombro. Había estado cargando el peso extra de su cachorro durante meses, y que le quitaran la tensión a su cuerpo se sintió liberador.

"¿Dónde te enteraste de esto?" Oliver se acarició la cadera en agradecimiento.

"He estado leyendo libros sobre el embarazo." Admitió cariñosamente el Alfa. "Quería ayudarte de alguna manera."

"Pero si ya haces suficiente por mí." Oliver sintió ganas de llorar, agradeciendo a todos los dioses por su Alfa perfecto.

El menor depositó un beso en su glándula olfativa y dejó que sus labios permanecieran allí durante unos minutos, mordiendo ligeramente cuando el mayor se estremeció ante el contacto. Con el respiro que estaba recibiendo su cuerpo, y los bordes afilados de los dientes del castaño hundiéndose en un área tan sensible, Oliver no se sorprendió cuando un débil gemido salió de su boca.

Lo que sí lo sorprendió fue la rigidez que comenzó a presionar contra su trasero.

"Bear, ¿de verdad?" Se rió disimuladamente, alcanzando con palma de su mano en la entrepierna del contrario burlonamente.

"Lo siento." Gruño Barry avergonzado. "Me gusta verte tan relajado y feliz."

Su sonrisa se suavizó en los bordes. "Eso es muy dulce, bebé. Pero no te puedo atender hasta que nuestro bebé deje de patearme."

"Me gusta abrazarte, de todos modos." Barry se encogió de hombros.

"Me has convencido." Declaró con el cariño burbujeando en su pecho. "No necesito ningún otro Alfa".

"Suerte de mí." El castaño soltó una carcajada.

Oliver no podía decir si estaba siendo sarcástico, pero supuso que no importaba. Su Alfa y esposo se quedaría con él sosteniendo el peso del bebé para él y leyendo libros sobre el embarazo para cuidarlo, así que ganó de cualquier manera.

One-shots [Olivarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora