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El sol estaba radiante en su punto más alto, el puerto era un lugar muy animado y tras de este se alzaba un gran muro que seguramente escondía algún misterio que estaba gritando por ser descubierto, pero antes de poder bajar del barco una mano lo sujeto del cuello de la camisa frenando sus planes.

Muto: a donde crees que vas enana?

Odiaba cuando Yasuhiro le decía así, aunque ya habían agarrado confianza y lo consideraba un buen amigo, hasta se daba el lujo actuar como lo haría en una situación normal.

Nahoya: a pasear?

Muto: me temo que debo detenerte, no puedes hacer eso, o por lo menos no sola.

Nahoya: y como por qué no? - el Kawata se cruzó de brazos molesto por las palabras del rubio - no veo que haya problema con que me pasee por el barco, que tiene de diferente que me pasee por el puerto.

Muto: tiene muchas diferencias, como por ejemplo que en un barco en medio del mar no puedes escapar, aquí sí.

Nahoya: no me parece justo.

Muto: que tanto quiere ir a hacer al puerto?, Te aseguro que no hay nada interesante ahí, solo viejos malolientes y borrachos queriéndote vender o comprarte cosas, no es lugar para una niña como tú y menos si vas así.

Nahoya: que tiene de malo mi ropa?

Muto: no es tu ropa idiota, vas descalza.

El pelinaranja iba a replicar pero se dio cuenta que el más alto tenía razón así que fue corriendo a la habitación que compartía con Ran empezando a tirar toda su ropa por el cuarto tratando de hallar un par de zapatos.

Ran: oye lindura, por qué tanto desorden?

Nahoya: perdón Ran, estaba buscando unos zapatos para que Yasuhiro me acompañe a dar una vuelta por el puerto.

Ran: qué vas a hacer en el puerto?

Nahoya: no lo sé, solo quiero estar en un lugar que no sea el barco.

Ran: en ese caso creo que es mejor que vayas al mercado y no al puerto, ahí hay más cosas para ver.

Nahoya: de verdad me dejas ir?

Ran: mientras estés con Muto no veo el problema, si pudiera te acompañaría yo mismo pero tengo cosas que hacer.

El Kawata se levantó de su lugar y abrazo fuerte al Haitani.

Nahoya: muchas gracias Ran.

Al final acabo poniendose unos zapatos que le quedaban un poco ajustados, pero nada insoportable, y se fue corriendo a buscar al rubio. Estuvo preguntando por él a algunos miembros de la tripulación un rato hasta que finalmente lo encontró.

Muto: por ahí me contó un pajarito que me andabas buscando.

Nahoya: Ran dijo que me acompañaras al mercado.

Muto: si, ya me di cuenta - dijo el hombre mientras mostraba una saquito que se veía un poco lleno - el capitán dijo que te compras lo que quisieras y que se verían más tarde.

Nahoya: en ese caso, qué estamos esperando?

Tras decir eso el peli naranja salió disparado como una bala hacia tierra firme.

Muto: oye enana no corras que te puedes caer.

...

El Kawata menor estaban un poco ansioso, hace como media hora que le había pedido a Hakkai que fuera por Rindou para pedirle que lo deje bajar del barco para poder salir, así sea por un momento, de su encierro pero el joven no regresaba y no había señales de Rindou.

De repente la puerta fue abierta dejando ver tanto al rubio como al peliazul.

Hakkai: mire señorita, aquí está el capitán, voy a ver si me necesitan para hacer algo.

El Shiba salió corriendo como si quisiera uir de la escena, lo único que pasó por la cabeza del Kawata fue "rata traicionera".

Rindou: había algo que quisiera decirme.

El peliazul desvío la mirada y empezó a enredar sus dedos con nerviosismo, pese a que sabía que Rindou no lo dañaría, o eso quería creer, no podía evitar ponerse nervioso al hablar con él.

Souya: se que a usted no le gusta que salga pero quería saber si tal vez, claro que sí usted no quiere no voy a insistir pero... - sentía que empezaba a divagar, no podía concentrarse en lo que decía así que lo mejor era decirlo de inmediato o se demoraría siglos haciendolo - ... Puedo ir con Hakkai a pasear por el puerto?

Rindou: por qué con Hakkai?, por qué no conmigo?

Souya: es que usted está ocupado y no quiero molestar.

El rubio se quedó mirándolo con seriedad por unos segundos que al peliazul se le hicieron eternos.

Rindou: usted nunca me molestaría, puede ir con Hakkai al mercado que está dentro de los muros - dijo mientras se giraba a buscar algo en un cajón - me dijo que le gustaba pintar verdad?, comprese todo el material de arte que quiera, así no se aburrirá cuando estemos en el mar.

El de mechas celestes se giró para entregarle una bolsita con monedas de oro y pudo ver cómo los ojos de Souya brillaban, algo que no había visto en todo el tiempo que habían compartido, le parecía hermoso.

Rindou: iré a buscar a Hakkai, por favor esperelo aquí.

Sin más el Kawata aceptó el dinero y el Haitani salió, un rato después entro el peliazul.

Hakkai: y?, Qué te dijo?

Souya: Hakkai, vayamos al mercado.

El Shiba quedó un poco extrañado, cuando entro esperaba ver a "la señorita" desanimada por la respuesta de su capitán pero en su lugar la encontro con una pequeña sonrisa en su rostro y una bolsita que suponía llevaba dinero dentro.

Hakkai: tomaré su respuesta como un "todo salió bien".

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Holi gente, los que lean mi otra historia seguramente ya lo saben pero por si acaso paso para avisarles que la próxima semana no subiré un capítulo como tal porque les estoy preparando una sorpresa para San Valentín.

Pero no sé preocupen, eso no significa que los voy a dejar con las manos vacías, les voy a subir información random sobre los personajes en esta historia y tal vez algunos datos random sobre piratas.

Hasta la próxima, y no olviden tomar agua. 😜

dear captain - ringry/ranleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora