dear captain - ringry/ranley

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El viaje había empezado nuevamente y pese a que no habían durado mucho en tierra a Nahoya le alegraba volver a zarpar.

Nahoya: no te encanta esto hermanito?

Souya: me has preguntado lo mismo las últimas dos semanas y mi respuesta no va a cambiar, la verdad no - hablaba mientras limpiaba restos de comida de la cara de su pequeño - aquí no puedo tener animales, solo a los gatos de la bodega.

Nahoya: no habías dicho que no podías quejarte apenas antes de zarpar?

El peliazul solo río mientras le daba la última cucharada de comida a Daiko y lo enviaba a ver qué hacía su "padre".

Souya: eso fue hace unos días, hoy es un nuevo día.

Ambos se rieron ante el comentario del gemelo menor, sentían que pasaron siglos desde la última vez que pudieron hablar a solas libremente.

Nahoya: acaso paso algo que arruine tu estado de ánimo.

Souya: la verdad si, volví a pelear con Rindou por lo de las armas.

Nahoya: aún con eso?

Souya: lo encontré practicando tiro con Daiko en la madrugada, el niño ni siquiera había despertado bien ¿te das cuenta de lo peligroso que es eso?

El pelinaranja no pudo evitar pensar en que su cuñado era un verdadero dolor de cabeza, no era la primera vez que su hermano se quejaba del mismo tema.

Nahoya: ¿haz intentado hablar con él?

Souya: no tienes idea de cuántas veces hemos peleado por lo mismo.

Nahoya: espera un momento, yo no estoy hablando de pelear, te pregunte si has hablado con él de forma calmada sobre cómo te sientes con esta situación.

El kawata más joven guardó silencio un momento mientras parecía reflexionar.

Souya: creo que no - dijo finalmente de entre vergüenza y resignación, como alguien que sabe que no puede ganar una discusión y prefiere admitir su derrota - creo que solo lo he estado atacando y gritandole ... Y puede que lo haya amenazado también.

El gemelo mayor suspiro y se levantó de su lugar para irse no sin antes decirle a su hermano "prométeme que lo intentarás, si?" Aunque no recibió respuesta.

Una vez solo Souya se dirigió a su closet y saco algo del fondo de este, algo que había estado ocultando desde hace mucho, con el fin de terminar lo que empezó.

...

Hakkai Shiva no era un hombre ambicioso desde que empezó a formar parte de la tripulación de los Haitani, tal vez incluso desde antes, siempre se conformaba con lo que se le daba. La única vez que se permitió ser egoísta fue el día que escapó de su casa por lo que ahora se encontraba en una encrucijada pues una llama de deseo comenzaba a surgir en su interior nuevamente.

Mitsuya: entonces tuve que quedarme con ellas toda la noche para que pudieran dormir.

Mientras reía junto al hombre no podia evitar reprenderse en su cabeza, el señor Takashi de la nada se había vuelto una especie de obsesión para él, siempre estaba en su mente y no ayudaba mucho que estuvieran juntos todo el dia. Aunque la mayor preocupación del peliazul es que esos pensamientos poco a poco se había vuelto cada vez más indecorosos.

Mitsuya: tú tienes hermanos Hakkai?

El joven pensó un par de minutos en sus palabras, aunque al final decidió ser sincero con su respuesta.