Me convertí en el objetivo de un harén en una novela BL. Dong Shi Niang.

Capítulo 121. Xue Danrong de Fang Chaozhou.

Capítulo 121. Xue Danrong de Fang Chaozhou.

La luz de la luna era como el agua, y los dos estaban envueltos en ella. Las calles estaban demasiado silenciosas en mitad de la noche, y las palabras eran tan claras que era imposible fingir que no se oían.

Fang Chaozhou miró al joven que tenía delante y sus labios se movieron, como si quisiera decir algo, pero no lo hizo. Al ver esto, Xue Danrong cerró los ojos y, cuando volvió a abrirlos, ya no había emoción en ellos.

"No maté a Li Zhu, no porque creyera lo que decías, sino porque sabía que en el fondo, no querías que lo matara. No lo maté porque tenía miedo de que Shīxiōng me odiara y me temiera y me abandonara. Pero, en realidad, quiero matar a todos los del mundo para que Shīxiōng sólo pudiera mirarme a mí".

Cuando dijo la última frase, la voz de Xue Danrong era muy suave.

"Pero si mato a todos en el mundo, ¿Shīxiōng me amará?"

Tras terminar estas palabras, Xue Danrong seguía esperando la respuesta de Fang Chaozhou, pero casi se desesperó al comprobar que el otro seguía tan callado como antes. Xue Danrong volvió la cara y caminó hacia delante, pero había dado unos pasos cuando de repente oyó una voz detrás de él.

"Sí me gustas."

Se detuvo bruscamente y se volvió para mirar a Fang Chaozhou.

Fang Chaozhou había mostrado muchas emociones delante de Xue Danrong, pero ninguna como esta noche, parecía nervioso, sus largas pestañas no dejaban de temblar, pero sus ojos siempre se posaban en Xue Danrong.

"No te tengo lástima".

De los dos, siempre era Fang Chaozhou el que era tan elocuente, demasiado. Podía hablar de cosas muertas como si estuvieran vivas, y convertir incluso lo irrazonable en razonable, mientras que Xue Danrong era silencioso y normalmente mantenía sus palabras cortas.

Pero esta vez, fue como si se hubieran intercambiado los papeles.

Fang Chaozhou parecía haberse vuelto tan torpe que sólo pudo pronunciar siete palabras durante mucho tiempo. . .

Sí me gustas, no te tengo lástima.

Fang Chaozhou miró al hermoso joven no muy lejos y, en trance, el chico vestido de blanco que recordaba se superpuso a la persona que tenía delante. Cinco años habían permitido a Xue Danrong pasar de adolescente a joven adulto, pero en realidad Xue Danrong no había cambiado mucho.

Xue Danrong no oculta sus emociones la mayor parte del tiempo. Si le gusta, le gusta, si le disgusta, le disgusta. Al darse cuenta de sus sentimientos por Fang Chaozhou, siguió adelante y se esforzó, se esforzó por estar juntos. No importa lo que haya por delante, él quiere estar con quien ama.

Y Fang Chaozhou es diferente. Retrocederá incluso si se da cuenta de sus sentimientos, pero no importa cómo retroceda, algo así no se puede ocultar. Aparentemente, no siente nada por Xue Danrong, como si sólo lo tratara como al protagonista de un libro, como a un menor, pero, de hecho, desde el principio había dejado pistas.

Si no le gustara, en su primera vez en Zhichunzhou, habría rechazado el beso de Xue Dan Rong al principio, en lugar de empujarlo a medias; si no le gustara, ante el comportamiento celoso de Xue Dan Rong, habría sentido que el otro no era razonable, en lugar de bajar la voz para engatusarlo; si no le gustara, no habría empujado a Xue Dan Rong en el reino subterráneo demoníaco. Obviamente en su corazón, el otro era el protagonista del libro, y de acuerdo con la razón, Xue Dan Rong no habría muerto de ninguna manera, o probablemente sí. Pero en ese momento sus instintos todavía le hicieron apartarlo.