¿Por qué es tan rara?
¿Por qué se tapa los brazos?
¿Por qué nunca habla?
¿Por qué no deja que la toquen?
¿Por qué mueve mucho las manos?
¿Por qué oculta su cuerpo con ropa ancha?
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«No pasó a mayores, deja el drama»
«Estás llena de cicatrices e...
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4 de Septiembre del 2022
Alexa
Tengo que dejar de ser tan tonta. Enamorarme o ilusionarme no está a discusión porque no lo haré. ¿Para qué? Traerá consecuencias. Ya dejé las cosas arregladas con Evans, me alegra que todo esté aclarado. No puedo si quiera hacerme una idea de cómo se hubieran sentido sus labios sobre los míos...
—Niña —alguien repiquetó los dedos delante de mi. Salí de mis pensamientos y sacudí la cabeza, David esta parado mirándome de brazos cruzados —, ¿qué te pasa?
Ni idea.
—Nada. Solo estaba pensando cosas —respondo, encogiéndome de hombros. Tengo el primer libro que tuve, uno de mis favoritos que se llama Antes de diciembre. Le había hablado sobre el a Evans, pues es que adoro a Jenni y a Jack. Son muy lindos juntos. Lo estoy volviendo a releer, ya estoy por terminarlo nuevamente y así proseguir con el libro que David me había regalado.
Y pensando en cierto rubio.
Ya basta.
David me mira con una ceja alzada, intentando ver tras de mi. Me mantengo con la postura recta, sin dejar de mirarlo.
—¿Te puedo hacer una pregunta? —asiento, sin entender nada —. ¿Qué pasó con tu mejor amiga Am...?
—No la menciones —lo interrumpí de mala manera, mi hermano frunció el ceño —. Ella me humilló delante de toda la clase e hizo como si yo no existiera apenas tuvo popularidad.
Amber y yo nos conocemos desde sexto grado, ella era nueva en la escuela y yo recuerdo haber sido la primera en saludarla. En ese tiempo nos hicimos las mejores amigas, me invitaba a su casa y me dormía con ella. Hacíamos muchas pijamadas, sus padres llegaron a tenerme aprecio. Pues era la única amiga de su hija. Amber en aquel tiempo era gentil y bondadosa, se preocupaba mucho por mi, hasta lloraba cuando yo tenía que devolverme a mi casa. Hacíamos todo juntas, bañarnos, jugar, las tareas de la escuela. Amaba tenerla como mi amiga porque si, no tenía a nadie más.
Pasó un suceso y yo me perdí a mi misma. Ya no quería salir, ya no quería ni levantarme de la cama. Amber iba a visitarme siempre, queriendo subirme el animo, hasta se quedaba para hacerme compañía. Yo ya ni sonreía y no tenía ánimos de nada, sin embargo la rubia intentaba estar para mi, aunque todo cambió hacia un año y cinco meses antes. Ella comenzó a evitar mis llamadas, ni siquiera me respondía los mensajes. Iba a su casa y nunca estaba. En clases me ignoraba y yo no lo comprendía, hasta llegaba a echarme la culpa. La perseguía para intentar saber de ella... Amber me alejó de su vida de la forma más cruel posible.
