🦋Capítulo 9🦋

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Una excepción

(Love Yourself: Eminem)

2 de septiembre del 2022

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2 de septiembre del 2022

Jake

Me gustó abrazarla. No sé por qué, pero por primera vez sentí paz en los brazos de otra persona que no fuera mamá. Pedirle a Lex que me abrazara fue extraño porque nunca haría algo como tal, sin embargo... se sintió tan bien que quisiera volver a abrazarla. Casi iba a besarla... pero como el idiota que soy me comporté mal con ella. Quisiera golpearme yo mismo porque Lex no merece esto.

No entiendo sinceramente que me sucede con esa chica ojos aceitunados, me gusta verla y siempre sonrío cuando está a mi alrededor. Ese día la melancolía de haber perdido a mamá me volvió afectar, Lex no me juzgó por nada. Ella es una gran chica que se merece el puto mundo. Jamás me había sentido así por una chica, si, estuve con muchas pero era solo sexo. No he tenido ninguna novia, tampoco tendré. Sin embargo, ¿por qué esa chica torpe se metió en cada uno de mis pensamientos? No puedo sacarla de ahí. Quiero conocerla, quiero sentarme a su lado y escucharla hablar por horas de sus libros y los que escribe. Es grandioso escucharla.

Mi celular vibró en el asiento de copiloto. Había ido al gym y ahora estoy de regreso al condominio en mi camioneta negra. Tengo el cabello sudado que se me pega por la frente. Alcanzo mi celular y contesto en un semáforo rojo.

—¡Hola! —suspiré por la voz de Amber al otro lado de la llamada.

—Hola, rubia —saludé cansado.

—¿Estás bien? —me pregunta.

—Si. ¿Para qué me llamas...?

—Preguntaba si podríamos vernos... —me dice alegremente, Amber nunca está de mal humor. Cuando el semáforo cambia pongo el vehículo en marcha.

—No lo sé, Amber. Dejé las cosas claras contigo —le recuerdo y ella se queda en silencio.

Cuando nos conocimos una noche me invitó a su casa y si, tuvimos sexo pero ya no volvió a pasar desde ese día. Dejé las cosas entendidas con ella. Solo fue una vez y no volvería a suceder. Además que ella... digamos que no la está pasando muy bien. Le prometí ser su amigo, pero ya no se repetirá lo de aquella noche.

—Lo sé. Pero... mis padres otra vez se han ido y estoy aburrida...

—¿Y qué sucede con las terapias? —no responde por varios segundos —. ¿Amber...?

—¡Mañana iré, lo prometo! —doblo una calle rumbo a casa.

—Te aviso si puedo, ¿de acuerdo? —escuché su bufido.

Lograr sanar heridas (nueva versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora