3 hermanos 2 escogieron a su madre 1 escogió a su papá.
La mayor de ellos se aferró a su padrastro pensando que jamás la traicionaria.
La menor se aferró al recuerdo de un amor que surgió por cartas, de una persona que jamás conoció.
Y el único var...
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Taeyang veía con atención a Youra quien solo estaba con una sonrisa enorme en su rostro.
Hacía muchos años que no sonreía así.
-¿Me dirás a dónde vamos? Siento que hemos caminado demásiado. -Se quejo Taeyang como un niño pequeño por lo que Youra carcajeo un poco por su actitud.
-¿No reconoces el camino? -Pregunto mientras lo veía negar con la cabeza.
-Han pasado más de 5 años que me fui, hay tantas cosas nuevas, que no conozco, probablemente tu no te diste cuenta porque seguiste aquí, pero para mí es como verlo por primera vez. -Contesto Taeyang mientras veía el camino.
Youra asintío como respuesta, Taeyang tenía razón en todo o mejor dicho casi todo.
-No te preocupes el lugar a dónde vamos no a cambiado en nada, todo se siente como la primera vez. -Dijo mientras comenzaba a correr mientras Taeyang le seguía el paso.
No pasaron muchos minutos, para que llegarán a aquel lugar, mientras Youra empujaba la puerta, y trataba de recobrar el aire, no era demasiado atlética.
Taeyang reía al verla en ese estado no había cambiado demasiado en tantos años, después de todo la bicicleta que montaba era la única actividad física que hacía en esa epoca.
-¿Ya no montas bicicleta? ¿Que actividad física haces?
-Solo respiro y camino aveces. -Le respondió riendo mientras el sonido de aquella campanilla tan peculiar y familiar para ambos se hacía presente.
Taeyang, sintió sus ojos humedecer mientras aquel olor a galletas y helado se colaba por sus fosas nasales, y esa calidez se hacía presente.
-¡Youra querida! -La voz de la señora Eun se hizo presente, mientras las lágrimas de Taeyang salía sin permiso alguno al ver a aquella pareja de ancianos salir a recibir a la fémina.
-Vimos tu competencia en la computadora, estuviste muy bien, tu y Do-san siempre hacen una buena dupla. -Ahora la voz del señor Eun era la que se escuchaba en aquel lugar, sin prestarle demasiada atención al varón caso contrario a la fémina quien lo veía con asombro en su rostro.
-Hijo ¿estás bien? -Cuestiono la anciana mientras se dirigía a el, y tomaba su rostro entre sus manos, y Taeyang sentia cómo sus lágrimas caían mientras cerraba sus ojos ante su tacto.
-Si señora Eun, ahora estoy más que bien. -Respondio mientras abría los ojos, y la señora se lanzaba a abrazarlo al reconocerlo. Mientras su esposo la veía de una manera extraña y regresaba su mirada a Youra en busca de una explicación.
Taeyang rio levemente al ver la cara del señor, mientras le regresaba el abrazo a la mayor.
-Disculpe si no fuera demasiada molestia me gustaría pedir un helado doble de vainilla y limón con galletas. -Hablo Taeyang mientras el señor Eun retrocedía por la sorpresa y veía a Taeyang de arriba a abajo.
