♡ Un chiflado encantador ♡ | l.s °

🤍9🤍

No ha dormido mucho, en realidad no ha dormido casi nada en toda la semana, lo que es malo considerando que ya casi termina.

Lleva toda la semana usando sus lentes en la escuela, porque se tardan 3 días en hacer sus lentes de contacto, así que aún tiene que esperar al viernes por la mañana para recogerlos.

No sabe que está haciendo, porque apenas se levanta por la mañana, hace todo en automático, lavarse la cara, vestirse e ir a la escuela. Siente que todo a su alrededor está pasando en cámara lenta, todo se ve un poco borroso y no entiende porque si tiene puestos sus lentes, empieza a sospechar que es por llorar tanto por las noches.

El lunes cuando llegó de la escuela todo se sentía tan pesado, el ambiente vacío de su casa le hacía mucho ruido, lo que no tiene sentido porque podías tirar un alfiler en el pasillo y se escucharía por toda la casa, el martes su closet estaba hecho un desastres, decidió fingir que no recuerda cuando empezó a tirar la ropa por todos lados la noche anterior y solo se limitó a buscar algo, no se puso ningún pantalón a la cintura ni tampoco un short, menos un vestido o falda, busco en esos cajones que no abría hace mucho tiempo y sacó un simple pantalón de mezclilla, le queda un poco grande de la cintura y no tiene ningún cinturón que no sea ridículo, así que uso un cordón de zapatos blancos y con eso amarró su pantalón por la cintura, desafortunadamente el cordón solo le recordó cuando fue a comprar esos zapatos para Louis.

—Yo tengo novio...

—Él no se tiene que enterar ¿o si bonita?

El recuerdo de la sonrisa en la cara del joven detrás del mostrador lo hizo estremecerse.

—Y-yo no...

—Seguro que podemos pasar un agradable rato juntos...

—No soy una chica y t-tengo 17 años...

—Que decepción, estas avergonzando a cada hombre vistiéndote así... ¿no te da vergüenza?

Ese día Harry se sentía tan bonito, era la primera vez que salía a la calle con vestido, no sentía vergüenza de ello, ni siquiera la sintió cuando salió de la tienda, el chico notablemente mayor que el que lo atendió le puso los pelos de punta, pero cuando llegó con Louis, decidió simplemente olvidarlo.

Ahora desearía olvidarlo de nuevo, desearía no sentir vergüenza, pero si la tiene, le da miedo y vergüenza volver a salir así a la calle, tal vez se dejó llevar demasiado durante mucho tiempo y ya era hora de dejar de jugar.

Entonces pasó toda la semana usando pantalones y sudaderas de los colores menos llamativos que encontró en su desordenado closet, hasta sacó sus tenis Nike que usaba en secundaria y le quitó las cuentas de colores que tenía entre los cordones.

La escuela parecía simplemente haberlo olvidado, nadie le dirigía la palabra, Zayn y Taylor seguían almorzando en la rampa junto con sus citas para el baile, no parecían notar la presencia del rizado en los salones y tampoco su ausencia en los descansos. Asher, por otro lado, estaba realmente contento, a diferencia de los amigos del rizado, el rubio si que notaba a Harry, y no perdía ninguna oportunidad de burlarse de él en los pasillos junto a su nueva novia.

Pasó sus almuerzos en el salón de ciencias porque le gustaba ver las maquetas del sistema solar que habían hecho los chicos de primer año, se sentaba al fondo del salón, escribía en las bancas fórmulas que recordaba que usó cuando él tomaba clases en su primer año, anotó en varias bancas las fórmulas para sacar el volumen y la gravedad de las cosas, anotó en el pizarrón a cuánto equivalía la gravedad en cada planeta solo porque se aburría y sólo cuando tenía ánimos, salía al pasillo y compraba algo en la maquinita como galletas o un jugo.