♡ Un chiflado encantador ♡ | l.s °

🤍8🤍

Es lunes por la mañana, Harry estuvo decaído todo el fin de semana, pero nadie estuvo en casa como para notarlo, así que es como si no hubiera pasado, sin embargo lo que sí está pasando es que el rizado está plácidamente dormido en su cama, porque su alarma no sonó y está yendo tarde a la escuela.

—No no no no...

Harry miró la hora en su celular, apenas vio que eran las 7:55 de forma borrosa pero eso bastó para que estuviera corriendo al baño, saco de forma rápida sus lentes de contacto, aunque eso no salió muy bien porque acaba de perder uno por su lavabo.

—¡No puede ser!

Entonces no es exactamente su mejor mañana, tiene unas ojeras enormes y el cabello desordenado, no tuvo el tiempo de peinarlo como lo hace siempre así que se hizo una pequeña coleta con algunos mechones saliendo, no se ve muy bien, pero podría ser aún más terrible, se puso sus converse blancas básicas y un short de mezclilla con cintura alta, una playera blanca con algún diseño y su suéter café.

Cuando llegó a la escuela no lo dejaron pasar a su primera clase, por lo que estuvo dos horas vagando en la biblioteca y pudo pensar en lo que haría con Asher.

No sabe muy bien que va a hacer porque no lo quiere terminar, sabe que Asher es una mierda y está muy asustado.

Pero una parte de su cabeza le sigue recordando que si deja a Asher... nadie lo va a querer de nuevo, es Asher o no es nadie, le han jodido bastante la cabeza para hacerle creer que Asher es lo mejor que puede tener, lo que se merece y probablemente la única persona que lo soporta y lo ama de ese modo.

Harry no quiere no tener novio, tal vez pueda hacerlo mejor, ser más como Asher quiere, tal vez si dejara de vestirse tan femenino y fuera más delgado.

Tal vez podría decirle a Asher de tener su primera vez también, tal vez eso lo convenza.

Paseo por cada pasillo de la biblioteca, estaba vacía y era bonita, estaba usando sus lentes y realmente esperaba que nadie lo viera, porque una vez que fuera a clase, tendría que quitárselos, y no es como que Harry sea completamente ciego, pero por algo necesita sus lentes, no puede enfocar cosas muy lejos o muy pequeñas, además de que se marea y le duele la cabeza si no los trae puestos.

Cuando escucho la campana sonar, devolvió rápido el libro de Romeo y Julieta a su lugar, respiro profundo tres veces antes de salir para calmarse y prepararse para el día horrible que va a tener, se quitó sus lentes y empezó a caminar.

Intentaba enfocar los rostros de los adolescentes que pasaban rápido por su lado, las letras de los miles de anuncios y letreros que había por toda la escuela, lo mareaban porque no podía enfocar ninguno, además de que ya sentía ganas de llorar de solo imaginarse los pizarrones en sus clases.

Fue en dirección a su casillero y se acercó mucho al candado para poder ver los números, una vez que logro abrirlo, saco algunas cosas.

—Hola Harry— saludó Zayn, quien venía acompañado de Taylor.

—Hola chicos— respondió el rizado.

—¿Por qué faltaste la primera hora? — preguntó Taylor extrañada.

—Mmmm, solo se me hizo tarde y decidí mejor no entrar a la primera clase, no valía la pena.

El rizado cerró su casillero y empezó a caminar.

—Nos toca inglés ahora— dijo Zayn mirando incrédulo al rizado quien se dirigía al lado contrario.

—Lo sé...

—El salón queda para el otro lado...— mencionó la rubia de forma obvia.

—¡Claro! claro...

El rizado se fue rápido dejando al par lejos, no está para lidiar con ellos ahora.