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Es sábado, el día del baile.

Normalmente el rizado ha fantaseado con este día más de lo que cualquiera debería, desde siempre le pareció algo increíble, su madre le contaba una y otra vez como se había enamorado de su padre, y tal vez Harry vivió ilusionado mucho tiempo, su pequeña mente inocente se veía a sí mismo como la reina, aunque cuando creció fue apartando ese sueño pues descubrió que solo las chicas podían hacerlo, se podría decir que la broma de Nicol le dio el empujón de valentía que él jamás habría dado, sin embargo ahora siente que todo está en ruinas, se siente devastado.

No va a negar que, aunque inició como una broma, la idea realmente le encantaba, y la disfruto lo más que pudo, le gustaba fantasear e imaginarse qué hubiera pasado si ganaba.

Suele ser bastante pesimista la mayoría del tiempo en que está consciente, pero a veces cuando se descuida un poco se deja fantasear, son pequeños y rápidos momentos donde una parte de él se emociona y se ilumina; en este tiempo dejo que eso pasara, y Louis lo estaba ayudando, no solo eso, le acompañaba también, pero ahora está solo y triste como lo estaba antes, solo que ahora es peor porque lo extraña.

Es mejor no tener nada a tenerlo todo y perderlo.

El viernes por la noche tuvo que fingir una sonrisa para su padre una vez llegó a su casa.

—¿Cómo te fue amor?

—Bien papá, todo estuvo genial...

— ¡Oh! ¿Louis ganó?

—Yo... en realidad n-no lo sé, creo que darán los resultados en unos días... Estoy muy cansado, te veo mañana ¿sí?

Y corrió a su cuarto, se sentía tan utilizado, de verdad lo hacía, se sentía como uno de esos productos de las tiendas que tú podías escoger, comparar, comprar y poseer por él tiempo que tú quieras, hacer de él lo que desees sin ningún impedimento, y odia ese sentimiento de haber hecho lo imposible, haberse expuesto para ser tan maleable y al final recibir esto.

Ese sentimiento seguía presente ahora que estaba en su sala con su enorme sudadera morada y su pantalón de pijama, normalmente usaría un short o incluso nada debajo, pero necesita estar caliente, por lo menos así no se siente tan solo, además de que detesta ver su cuerpo en situaciones así, se da asco.

Es realmente temprano, se despertó a las 9 y hace un rato su padre se despidió de él porque iba a una cita con su novia, Harry está contento de que su papá esté feliz y también está tranquilo de que no va a tener que fingir con él por un tiempo como si no tuviera ganas de romper en llanto todo el rato, la televisión reproducía Luca en bucle desde que está ahí, tiene frente a él un tazón de cereal a medio comer y una taza de té, no ha tocado mucho de los alimentos porque en realidad no tiene nada de hambre, no lo está intentando porque a nadie le interesa y él cree que no vale la pena, lo que se encuentra masticando son sus cortas uñas, tiene algunas heridas que le duelen ahora y de vez en cuando suelta pequeños siseos, pero está muy concentrado en la película para detenerse, o tal vez está intentando no enloquecer en su casa vacía.

Se da cuenta muy tarde que tal vez Luca no fue la mejor opción, ver a Luca y Alberto juntos solo lo pone más triste y le recuerda que no tiene amigos así, no tiene amigos en general justo ahora.

Es porque nadie te soporta...

Escucho la puerta de su casa ser abierta así que limpió las lágrimitas acumuladas en sus ojos, pensó que era su padre así que no se esforzó en levantarse ni mirar, para su sorpresa no era su padre.

♡ Un chiflado encantador ♡ | l.s ° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora