Capítulo 2

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Tokio siempre fue una ciudad llena de vida, de personas andando por la calle disfrutando de sus familias. Fue una ciudad de calles iluminadas y edificios hermosos y altos que sabían coexistir con aquellas construcciones que tanto amaban los turistas cuando llegaban de visita a la ciudad. Impulsado por la moda del manga y el anime, más el hecho de que en estas historias casi siempre aparecía Tokio, el empuje hacia las personas para visitarla era mucho mayor. Los visitantes extranjeros solo aumentaban y aumentaban, con las personas deseando conocer más sobre la cultura nipona. Sin embargo, Tokio ahora era una sombra de aquello que fue no hacía mucho tiempo atrás. Casi medio año atrás, Tokio siguió con su funcionamiento normal hasta el temido enfrentamiento entre héroes y villanos que no solo sacudió Japón, si no todo el mundo. Con la retirada de la Liga y el Frente de Liberación, el caos solo aumentó mucho más en vez de disminuir como alguien esperaría de una situación similar y, poco después, Tártaro fue atacada y sus prisioneros fueron completamente liberados por las fuerzas de los villanos lideradas por el temido All for One, quien a su vez, junto con Dabi, dejaron un sabor amargo en los civiles, minando completamente la confianza de las personas en los "héroes" de aquella sociedad, creando un cisma entre el pueblo y sus figuras de culto que llevó a la independencia parcial de las personas de aquel sistema que los había defraudado, algo que terminó causando más caos que paz y saturó al gobierno del país.

Héroes se retiraron. Policías renunciaron. El ejército estaba colapsado y sin un equipo de héroes competente como respaldo, retener a villanos y miembros del Frente peleando contra civiles se complicaba demasiado para las autoridades, quienes observaban impotentes como el problema solo hacía por aumentar mucho más. Ni siquiera Seguridad Nacional contaba con un plan de respaldo para algo como eso. Siempre confiaron en que All Might estaría allí, de pie, protegiéndolos a todos como lo hizo toda su vida...

Pero ahora All Might estaba en su retiro parcial, sin poder alguno y los héroes fueron superados.

Con un fuerte golpe, la puerta de la azotea finalmente fue abierta. Una joven corrió por ella, agarrando la mano de una pequeña niña de cabello morado.

―¡Mierda!

Ambas, la adolescente y la niña, llegaron al borde del edificio. Las dos habían tomado aquel pequeño atajo en un intento de escapar del villano que las perseguía, pero la chica no pensó en que le costaría tanto poder saltar desde un edificio al otro. ¿Qué había pasado con el del medio, de todos modos?

―¡Quiero a mi mami!

La niña entró en llanto...por segunda o tercera vez. La adolescente mordió levemente su labio inferior y, como cualquier persona adolescente en una situación de presión y con cabeza sobre los hombros, se acuclilló frente a la niña y apartó unos mechones de su rostro, intentando también limpiar con el pulgar las lágrimas que caían por su redondo rostro.

―Vas a llegar con mama pronto, ¿vale?―dijo, dando una sonrisa temblorosa a la niña. Era el trabajo de los héroes mentir para calmar la situación y mantener a las personas con la voluntad alta, ¿verdad? Eso le habían enseñado―. Yo me encargaré de ello. Te lo...

Crujido. Un sonido crujiente hizo que la adolescente detuviera sus palabras. Pronto, el suelo quedó destrozado y, de entre la nube de polvo y fragmentos, una inmensa figura se alzó sobre ellas generando una sombra que ocultó cualquier rastro de sol.

―Yo...os...mataré...

La chica no pudo hacer nada. Siendo una pasante de héroe, actuar ante aquello que llamaban Nomu de Alta Gama, quedaba completamente fuera de su liga. Intentó aun así proteger a la niña, apartándola con un feroz movimiento y recibiendo ella el empujón por parte del monstruo anteriormente humano.

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