Capítulo 24

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Cuando el lacerante grito inundó la zona de batalla, todos se detuvieron. No importaba si eran soldados, vigilantes, antihéroes, héroes, yakuzas o miembros del Frente de Liberación, lo que incluía a sus lugartenientes vivos, todos se detuvieron y giraron sus cabezas hacia el lugar de procedencia de aquel grito angustiado que les heló la sangre, deteniendo cualquier cosa que estuvieran haciendo. Fueron testigos, todos los que pudieron, de cómo, lentamente, partícula a partícula, Shigaraki Tomura se fue descomponiendo hasta desaparecer en pequeñas motas de lo que fue su cuerpo. Los miembros del Frente de Liberación esperaron, todos ansiosos, para ver como su líder volvía a la vida y se podía de pie, asesinando a su atacante. Pero los segundos se convirtieron en minutos y Shigaraki Tomura no se puso de pie ni volvió a la vida, si no que permaneció convertido en polvo, desaparecido.

Había sido asesinado por su enemigo y Naruto no presentó remordimiento alguno cuando clavó sus ojos en los miembros del Frente de Liberación. No eran ojos azules; un rojo sangriento y pupilas rasgadas ocuparon el lugar de aquel color cálido y tranquilo, volviéndose en un rojo realmente helado que envió una sensación de muerte a todos los que le estaban mirando, excluyendo a sus compañeros.

Aquel momento tenso, fue aprovechado por los miembros del Quinto: los soldados se sobrepusieron a los criminales, hiriéndolos y manteniéndolos retenidos contra el suelo, colocando esposas supresoras de don para impedir que escaparan. Cuando el Frente de Liberación fue consciente de lo que estaba pasando, más de dos tercios habían desertado, fueron capturados o asesinados en el enfrentamiento, dejando a los restantes como ratas huidizas que intentaron escapar de Orión a pesar de sus probabilidades.

Sin embargo, todos aquellos criminales no importaban. Los ojos del Shinobi se movieron hacia un único punto, donde una distorsión había aparecido rasgando el espacio. All for One, llevando su usual traje oscuro y un rostro desfigurado, apareció frente a sus enemigos con la enorme sonrisa arrogante, ocultando el posible pavor que tenía.

Los dos seres más poderosos de Japón se miraron el uno al otro, aunque la percepción de la fuerza que uno tenía sobre el otro, era completamente distinta a lo que se pensaba. Para Naruto, el Shinobi, All for One no era uno de los dos seres más poderosos del país, pues ambas figuras eran él y su eterno compañero, aunque era un dato innecesario para que el resto de las personas lo supieran.

Se miraron durante varios segundos. Los ojos de All for One escanearon el cuerpo de su enemigo, buscando como confrontarlo de manera directa. Flexionó los dedos de la mano derecha, dispuesto a tomar el don de su enemigo. Una vez se deshiciera de él, Naruto sería simplemente una persona ordinaria. Por otro lado, Naruto se mantuvo de pie, mirando en silencio a All for One sin mostrar temor o un sentimiento negativo hacia el villano. Ni siquiera parecía querer reconocer a All for One como alguien sumamente peligroso, no al menos lo era para él.

Los dos adversarios mantuvieron la distancia por los siguientes minutos, de manera silenciosa. Aún se oían los enfrentamientos y All for One podía ver, a las espaldas de Shinobi, a miembros del Quinto arrestar a los miembros del Frente de Liberación, de los seguidores de su fallecido pupilo. Otro podría dejar que la ira lo consumiera, pero no era el caso de All for One, quien se mantuvo en completo silencio, expectante, esperando el movimiento de su enemigo. Ninguno quería ser el primero en atacar y esperaban que el otro lanzara su movimiento.

Naruto era muy paciente. All for One, no tanto.

Finalmente, el villano fue quien atacó de manera directa hacia el rubio, enviando un disparo de energía que mataría a cualquier persona que golpeara. Sin si quiera sudar, Naruto bloqueó el ataque y lo absorbió, haciendo uso de su Forma Kurama para dispersar la energía y hacerla desaparecer sin que dañara a nadie.

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