Capítulo 15

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La comunicación entre Shin e Ichiro se había cortado tras las últimas palabra del alcaide de Atlantis, haciendo que un pitido estridente obligara al hombre a apartar el aparato de su oído. Mostrando un rostro aburrido, Shin miró el teléfono, como el número de su compañero parpadeaba en la pantalla. Parecía que alguien había intervenido las comunicaciones entre la Administración y Atlantis por algún motivo. Si era así, significaba que la comunicación con el equipo de Naruto debería haber sido intervenida también, dejándolos completamente incomunicados y a merced de los hombres y mujeres fuera del edificio, sin posibles respaldos si fuera necesario.

All for One había jugado sus cartas, podía verlo. El ataque a Atlantis fuera hecho simplemente para demostrar el poder de sus aliados y el poco miedo que tenía al Quinto; a su vez, un ataque directo contra el edificio de Administración indicaba que no les tenía respeto, que se iba a deshacer de ellos en aquel momento. Y eso, también decía mucho de ellos mismos. Eran una espina que el villano quería quitarse, una molestia que le recordaba a él y sus colaboradores, que no podría ganar tan fácilmente como lo había pensado en un principio.

Dejó el teléfono a un lado, sobre el escalón donde estaba sentado. El fuego y el hielo estaban haciendo mella en la barrera exterior, rompiendo las defensas que fueron tan hábilmente establecidas por sus compañeros. Aproximadamente en tres minutos y quince segundos, los lugartenientes del Frente irrumpirían en el edificio y tomarían todo lo que estuviera a su alcance, incluyendo las vidas de todos los agentes que estaban sentados en sus escritorios.

Shin rascó su cabeza, despeinando su cabello ya despeinado. Exhaló una nube de humo hacia el exterior, mirando con ojos aburridos, tal vez soñolientos, la imagen de Dabi, el hijo de Endeavor, con la carne quemada y grapada. Podía ver sus ojos llenos de locura y como estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias. Desquiciado y loco hasta cierto nivel comprensible.

¿O solo era alguien que quería que lo vieran?

—Supongo...que hay que realizar el Plan B—las barreras cayeron tras la última sílaba y los cristales se esparcieron por el interior del hall cuando las cristaleras estallaron hacia adentro, permitiendo que un mar de fuego irrumpiera en el lugar. Tomando una bocanada de aire, Shin desplazó el fuego hacia sí mismo, envolviéndose en las llamas azuladas del villano, evitando que las recepcionistas sufrieran cualquier lado—. Realicen el Código: Orion.

Dabi y Geten irrumpieron en el edificio seguidos de un contingente de villanos. Cuando los pies del hijo del actual Héroe Número 1 tocaron el suelo del hall del Edificio de Administración, Shin devolvió el fuego azulado hacia los villanos, provocando que Geten creara un inmenso muro de hielo que obligó al fuego a desperdigarse, volviendo a Shin, rodeándolo.

—Creo que no tienen cita—metió la mano derecha en el bolsillo de su pantalón y entornó los ojos cuando miró a los villanos—. Y como no tienen cita, les pido que se marchen.

—¿Realmente te vas a poner a bromear con nosotros?—Dabi bajó el brazo mostrando una risa burlesca que llegó a brillar en sus ojos. Shin mostró una mueca de incredulidad, mostrando confusión en sus ojos—. ¿En serio vas a luchar...contra el Frente de Liberación?

Un estallido hizo que la pared frontal del edificio se ahuecara hacia adentro, creando bultos en el interior. Como si se hierro se tratará, la pared se amoldó a la forma del objeto que impactó contra ella poco antes de ceder, creando una lluvia inmensa de ladrillos y el metal de las ventanas que se esparcieron por todo el hall. Aquellos fragmentos que iban directamente hacia Shin, se detuvieron a dos centímetros de golpearlo, quedando suspendidos.

—Arrogancia...ya veo—con un movimiento de su mano, los trozos de metal atravesaron a varios villanos, empalándolos de lado a lado, clavándolos en las paredes o en el suelo. Algunos gruñeron de dolor, los más afortunados. Los que no tuvieron suerte, quedaron partidos en dos: cortados desde la cintura—. Creo que no oísteis mi mensaje vía televisión pública, en todos los canales—los ladrillos golpearon el muro de hielo de Geten, creando pequeñas fracturas y desconchones. Pocos trozos de hielo cayeron al suelo—. Eso, o estabais demasiado sordos para poder oír mis palabras—Dabi movió la cabeza. El grupo de villanos había sido reducido hasta casi la mitad, dejando a algunos de los supervivientes con heridas frescas en sus cuerpos—. La declaración de guerra echa hacia los villanos, está respaldada por una fuerza real, Dabi. Nosotros vamos a matar primero y preguntar después.

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