Capítulo 18

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La U.A estaba irreconocible para cualquier persona que la hubiera visto en mejores momentos. La academia de héroes más famosa del país, y probablemente del mundo, parecía haberse vuelto oscura, fría y sin vida. Las protecciones se habían activado para mantener a salvo a los civiles y estudiantes que aún estaban en ella, convirtiéndose en una de las zonas más seguras. A lo largo del perímetro de la academia, héroes profesionales se convirtieron en vigías las 24 horas del día, asegurándose de que nadie ajeno a la U.A pasara sin ser visto, aunque las cámara móviles que se movían por el cielo de la escuela, eran los ojos perfectos controlados por el director y algunos profesores, que se turnaban para mantener siempre la atención en cualquier intruso. Fue propio director quién vio al contingente de soldados, vestidos de negro, de pie a fuera de la puerta de entrada, justo detrás de alguien vestido con una armadura cibernética que reconoció en un instante. No le hizo falta pensar demasiado o ver quien se escondía bajo el casco.

Soltando un suspiro, que podría haber sido un gruñido, Nezu pulsó el botón que abría la puerta de entrada a los terrenos de la academia y los soldados y el hombre de la armadura ingresaron sin mostrar signos de violencia: iban caminando, con las armas apuntando hacia el suelo y sin intervenir en la vida de los civiles o los estudiantes que caminaban por las zonas seguras.

Sin embargo, Nezu dudaba mucho de que Shinobi y sus hombres hubieran venido a una conversación amistosa. Uzumaki Naruto no había usado la armadura que vestía en momentos de diálogo y siempre se había manchado con la sangre de sus enemigos. ¿Vendrían a detener a Aoyama, el traidor y espía de All for One que habían descubierto? ¿O vendrían a arrestarlos a ellos y someterlos a su dictadura militar? Por mucho que se lo preguntara, Nezu no veía clara la respuesta, por lo que abandonó la sala de vigilancia acompañado por Snipe y Ectoplasm. Muy posiblemente, Hound Dog se uniría a ellos para ver que querían los invitados que tan amablemente había permitido entrar en los terrenos de la escuela.

Nezu ya se estaba lamentando.

Ambos grupos no tardaron en reunirse frente a la puerta del edificio principal de la academia. Nezu estaba flanqueado por los dos profesores de la U.A, pero no estaba desprotegido: varios otros profesores se situaron en el edificio, mirando, y otros tantos estaban observando la zona desde sus posiciones apartadas. Por su parte, Shinobi estaba frente a Nezu, Snipe y Ectoplasm, mirando al pequeño animal que fungía como director de la academia, ocultando su rostro tras el casco de su uinforme cibernético. Una luz azulada hacía la función de "ojos" y estaba enfocada únicamente en Nezu, sin recaer en los profesores y otros héroes del recinto, como si únicamente el director fuera el verdadero problema. Y, para Naruto, Nezu era lo más peligros dentro de la U.A. Podía lidiar con el resto de los héroes de ser necesario, pero el mamífero humanoide contaba con una inteligencia equiparable a la de héroes ficticios como Peter Parker, Reed Richards o Bruce Wayne, personas con un coeficiente intelectual superior a los doscientos, lo que ya los convertía en genios. Y, si sus datos no estaban mal, el director podría incluso superar a dichas personas ficticias, lo que lo volvía un verdadero peligro si él realmente lo deseaba.

Los dos grupos se observaron durante el lapso de varios segundos, con una fuerte tensión palpable en el ambiente y que podría ser cortada con un cuchillo. Finalmente, tras la espera, fue Naruto quien inició el intento de conversación al deshacerse del casco de su uniforme. Su cabello dorado salió disparado, en diferentes direcciones, como si de una explosión se tratara. Dos ojos azules como zafiros, miraron primero al héroe Snipe y después a Ectoplasm, antes de repasar a todos los profesores que estaban mirando y los civiles que estaban detrás de ellos, antes de mirar únicamente a Nezu.

Había contado, quitando a los dos héroes presentes, un total de ocho pares de ojos mirándolos desde algunas de las ventanas superiores, probablemente discerniendo entre si debían actuar o no para detener cualquier pelea. Naruto hubiera deseado tenerlos delante, justo detrás del pequeño director para saber quienes eran y que dones tenían. La información era poderosa y podía usarla, sobre todo, para aquellas circunstancias.

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