Quedate conmigo.

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 Belén. 

Comenzaba a despertar sintiendo unos cálidos brazos en mi cintura, un olor dulce invadía el ambiente,
su respiración era calmada. Me gire para verlo, sus ojos estaban cerrados, sus labios un poco entré abiertos. Parecía un niño pequeño, se veía tan tierno, y lindo. Me acerque y le deje un beso en la mejilla. Me levanté de la cama, y camine hasta el baño.

Mire mi reflejo en el espejo, mis ojeras seguían ahí, mis cortes seguían ahí, mi cuerpo seguía ahí. No podía con esto. Estaba feliz, pero no podía estarlo. "Sólo mírate"-dijo una voz dentro de mi. Trate de levantar la mirada, y enfrentar nuevamente mi reflejo. No podía. No puedo creer que Tony me notara siendo lo que soy.

Busco entre los cajones una toalla para poder darme una ducha, la encuentro en el tercer cajón. Voy de vuelta a la habitación por mi ropa. Vuelvo al baño, y le pongo pestillo a la puerta, me deshago de las pocas prendas que llevaba, y entro en la ducha, el agua escuece un poco en algunos de los cortes, que aún no han cerrado, y me estremezco un poco. Toco mis brazos, miro cada corte, parecen arañazos. Miro mis muslos, en estos los cortes se ven más gruesos. Toco mi estómago, puedo ver un bulto de piel, y cortes en el. Estoy rota.

Entonces al ver esto, me da miedo que también Tony termine roto, me da miedo dañarlo, pues mi cuerpo es fragmentación de tristes recuerdos, con afilas orillas, que cortan a los que cerca de mi están. No quiero que el se vaya a cortar. No quiero que sufra. No por mi.

Salgo de la ducha, aún peor de cuando entre. A veces me gustaría tener un botón para poder apagar mi cerebro. Se que a muchos les puede sonar mal, pero en momentos como estos, envidio a la gente en coma, no porque estén en coma, que ni siquiera se que se siente, sino, que por el echo de que a mi parecer, ellos pueden estar bien. Me explico. Se que es un calvario para los vivos, que están tristes porque un familiar esta en esa situación, pero piensen en él, tal vez quiera volver, o tal vez no. Tal vez estén mejor donde sea que están en este momento, o tal vez no, nadie lo sabe. Pero siento que están mejor, sin preocupaciones, ¿Por qué como se pueden preocupar sí parte de su cerebro esta apagado, y por eso es que están donde están? Así que a mi punto están mejor que uno. A los poco que les he dado mi punto de vista sobre esto, me han dicho que soy una estúpida por pensar así, y tal vez lo sea, pero eso es lo que creo, y por muy estúpida que me haga parecer, lo seguiré creyendo. Luke es el único que me ha dicho que sí lo vez de cierto punto puede ser positivo lo que digo. Pero sólo desde el punto de que tal vez la persona en coma esta mejor que todos los que esperan a que despierte.

Me visto de espalda al espejo, no soy capaz de ver mi reflejo, simplemente no puedo. Una vez lista camino hacia la habitación, tomo mi celular, y mi bolso. De el saco un lápiz y un papel amarillo, de estos que pegan en las neveras con cosas escritas, y escribo en el:

"Tuve que irme, pero puedes llamarme más tarde. "
Un beso, cuídate.
Belén <3

Lo deje sobre la mesita de noche, y dejando otro beso en su mejilla, salí silenciosamente de la habitación caminando hacia la puerta de salida.

Llegue a mi casa una hora después, pues me fui caminando, aprovechando las pequeñas gotitas de agua que caían, amo la lluvia.
En mi casa no había nadie, eran las once de la mañana, y Julia está en el trabajo, mientras Julián, mi hermano, ve algunos detalles de la empresa de mi padre.

Entré en mi habitación, y sobre mi cama encontré una revista. Me acerque a ella, estoy segura de no haber dejado ninguna revista en este lugar. La tomo en mis manos, y en la portada logro ver una fotografía mía. No puedo creerlo. Mis ojos quedan paralizados en mi figura impresa en la portada. Abro la revista inmediatamente, dentro, esta lleno de imágenes tomadas en la sección de fotografías con Tony. Había pasado mucho tiempo de esto, y ya lo había olvidado. No parecía yo en las fotografías, me veía osada, y confiada en mi, casi no podía reconocerme ahí, me veía bella en la fotografía, me veía deseable, como cuando miras a las personas bellas de las revistas, y comienzas a pensar en que les dirías si pudieras hablarles, que les preguntarías o les comentarías. Le di la vuelta a la revista, y pude ver una nota pegada en ella, la letra de mi madre, decía:

El amor en tiempos de depresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora