¿Eres tu? 1

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Belén.

Desperté con unos brazos rodeando mi cintura, me asuste, pero al votarme y ver su perfecto rostro todo en mi se calmó, por fin sentía paz. Sus fuertes brazos me apretaban a el, me hacían sentir bien, me hacían sentir viva.

Lo mire durante mucho tiempo, ¿como pude ignorarlo durante tres semanas? Es completamente ilógico, me gusta, ¡Dios, me gusta tanto! Pero tengo mucho miedo, tengo miedo de que me haga daño, porque se que no soportaría más daño en mi vida.

Trate de salir de sus brazos, pero me apretó más contra el, ni siquiera se como es que llego a este en mi cama, pero no me importa, me hace sentir feliz y segura.

-¿Adónde crees que vas?-me pregunto con una voz adormilada pero gruesa.

-Tengo que levantarme-le dije, trate de salir nuevamente, pero me tomo del brazo y me tiro hasta chocar con su pecho, el tenía los ojos cerrados, nuestros rostros habían quedado muy cerca, podría sentir su respiración.

De un momento a otro sus ojos se abrieron, sus verdes ojos esmeralda me atraparon, mi respiración se cortó, su pecho desnudo subía y bajaba rápidamente, sabía que estaba tan nervioso como yo. Entonces me beso, sus labios junto a los míos, y sentí algo que no había sentido nunca, mi estómago comenzaba a contraerse, sentía como miles de animalitos corrían dentro de el, era una sensación tan extraña y nueva, era horrendamente molesta, pero a la vez amaba esa sensación. Podía sentir La Paz y tranquilidad del beso, sentía como la sangre fluía por mis venas llevando sangre a mi corazón, el cual estaba tan acelerado y no tenía explicación.

Me separe lentamente de el, sin creer aún todo lo que sentí con ese beso, fue como una gran descarga eléctrica en mi cuerpo, fue algo horrible pero hermoso a la vez, no se como explicarlo. Lo mire, el tenía los ojos cerrados, como recordando que vivimos hace apenas dos segundos, luego relamió sus labios y abrió los ojos a medida que sonreía.

-¿Podrías creerme si te digo que es el único día que he dormido bien desde el día que te conocí?-lo mire extrañada.

-¿A que te refieres?-le pregunte.

-Desde que te conocí no he podido dormir bien, verás, todas las noche tengo una pesadilla distinta, y tu estas en ella-lo mire sin entender, ¿provocaba pesadillas en el?-no es nada de lo que te imaginas, en cada pesadilla te pierdo de distintas formas, y eso me estaba matando, pero esta es la primera vez que duermo bien desde que te conocí, y eso es gracias a ti.

Me sonrió feliz, se acerco a mi y me abrazo, podía sentir todos sus músculos relajarse.

-Vamos a comer-dije separándolo de mi.

Me levanté de la cama y camine hacia mi baño, cerré la puerta, hace mis necesidades, lave mis manos y mi rostro, y luego levé mis dientes. Peine mi cabello y lo amarre en una coleta alta, y luego salí del baño.

-Ahora puedes pasar tu, y....ponente algo de ropa-dije mirando el suelo.

-¿Acaso me dirás que te molesta que ande solo en bóxers por tu casa?-me pregunto-¿O sólo es que te pone nervios?-pregunto acercándose seductoramente hacia mi.

-No.... es sólo.... se me hace extraño-y era verdad, no estaba acostumbrada a ver a un chico que no fuera mi hermano caminando semi-desnudo alrededor de mi casa.

-¿Y si no lo hago que?-me hizo levantar la mirada poniendo su mano en mi mentón y haciéndome mirarlo a los ojos.

-Creo que sería decisión tuya si me haces caso o no-me salí de su agarre caminando hacia la puerta-ahora si quieres puedes pasar al baño.

Salí de la habitación cerrando la puerta. Camine hacia la cocina, perpetraría el desayuno. Así que arremangue mis mangas del pijama y comencé a buscar lo que necesitaría.

El amor en tiempos de depresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora