Compañeros De Vida (Narusasu)

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Mejores amigos

Naruto había notado que ese chico sobresaliente y lindo era tan solitario como él. Antes no era así, recordaba. Antes era alegre, tímido y bastante sociable. Él no le hablaba mucho por ser lo que consideraba inalcanzable, teniendo a las niñas suspirando por él y los profesores halagándolo por sus excelentes calificaciones. Su nombre se lo sabía muy bien: Sasuke Uchiha. Según Iruka, su preciado profesor y figura paterna, él venía de un clan muy antiguo e importante.

Niño mimado, pensó al instante.

Un día se ausentó, y eso era extraño porque Sasuke Uchiha era aplicado y puntual. Luego otro día y otro día.

—¿Escuchaste lo que pasó con el clan Uchiha?

—Sí. Dicen que Sasuke fue el único sobreviviente.

—Si es así, ¿dónde está?

Las conversaciones de las niñas en el recreo giraban en torno a Sasuke, pero Naruto notaba que ya no era para admirar su belleza o pelear por él. Oía a Ino suspirar diciéndole a Sakura "pobrecito Sasuke" diciendo que seguro estaba muy triste.

Naruto quería saber. Él nunca podía calmar su curiosidad, incluso en los temas delicados. Fue directo a Iruka en su descanso. El castaño estaba sentado en su escritorio revisando algunas cosas. Pequeñas manos tiraron de su manga para que bajara la vista.

—Iruka-sensei — llamó el chico. El profesor se sentó en su silla para estar más a la altura del niño.

—¿Qué sucede, Naruto? ¿Te han molestado? — preguntó el profesor, sabiendo que Naruto era muy orgulloso como para pasar el recreo con él por muy solo que estuviera en el patio. Siempre se lo ofrecía y solo cedía cuando alguien le decía algo para llorar.

—No, no es eso — dijo el chico, avergonzado de que esa fuera la primera impresión que le daba a su maestro —. Es que yo quisiera saber por qué Sasuke está faltando tanto.

El rostro amistoso del adulto se oscureció.

—Naruto — buscó la forma de decírselo —, Sasuke está en el hospital ahora. Mañana le dan el alta.

—¿Está enfermo? — Iruka negó.

—Alguien eliminó a todo su clan, a toda su familia — reveló. El rubio contuvo su respiración ante aquello —. Él fue el único que salió vivo de esa masacre.

—¿Sasuke se quedó sin familia? — Iruka asintió.

Eso dejó intranquilo al rubio. Ya en su casa no podía esperar a que fuera el día siguiente, pues Iruka había dicho que Sasuke ya estaría en condiciones para volver a la escuela. Quizás lo vería. Quería verlo. No sabía por qué. No era por morbo, sino que simplemente quería estar seguro de que estaba bien.

Naruto estuvo muy atento a la puerta en toda la mañana. Iruka lo había notado. Estaba dando una clase muy importante sobre el manejo de la shuriken. Quería que el rubio le prestara atención, pues siempre tenía problemas con eso.

—¡Naruto! — llamó desde abajo, haciendo que toda la clase volteara a ver cómo lo regañaban — ¿Por qué miras tanto la puerta? Estoy haciendo una demostración.

—Perdón — se encogió en su lugar. Los ojos de los demás niños lo ponían nervioso —. Es que... Iruka-sensei.

—¿Tienes una pregunta sobre la clase? — Naruto titubeó. No sabía si eso contaba como parte de la clase; sabía que no era sobre la lección, pero Sasuke era un compañero de la academia, así que se relacionaban en algo.

—Dijiste que Sasuke vendría, pero no ha llegado.

Ante la mención de ese nombre, sus compañeros murmuraron, confundidos por el interés del rubio. El chico no solía evaluar sus alrededores antes de decir algo. Era muy honesto, muy inocente.