Era una mujer muy rara. Pronto descubrirían que no era una mujer. De todos modos, mujer u hombre, había sido su mayor problema en todo el examen. Estaban seguros de que no era un ninja normal. Fue su primera experiencia en una situación límite.
Habían perdido a Naruto. Sasuke lo iba a matar cuando lo encontrara, porque se negaba a considerar su posible muerte.
La brecha entre el cuello y el hombro le ardía por la mordida. Todas sus extremidades temblaban en pánico.
Sakura estaba al borde del colapso, peor que él. Tenían que moverse, sólo pudo escapar. Pensar en que lo único que hacía era huir, gritando del miedo y tirando sus shurikens y kunais como desesperada defensa sin pensarlo demasiado le avergonzaba. Su primer gran enfrentamiento y estaba en gran desventaja.
Si no podía con algo como eso, ¿cómo mataría a Itachi?
Entonces apareció.
—Sasuke... No estás herido, ¿verdad...? — jamás lo había visto así. Ojos rojos, pupilas rasgadas. El zorro se veía dentro suyo, pero Naruto también. La preocupación se mantenía. Estaba cansado, esforzándose en mantener esa gran serpiente detrás, lejos de Sasuke — Miedosito.
Ni por haber estado a punto de morir le perdonaría arruinar un rescate que pudo ser el más romántico de todos. Mantenía su promesa: si no los mataban, lo mataría Sasuke con sus propias manos.
Ambos estaban muy cansados cuando eso terminó. Lo último que recordaba era Sakura abrazándolo y pidiéndole que parara. Ella se había convertido en una gran amiga rápidamente.
Antes de despertar no podía verla, porque juraba haberse movido antes de que estuvieran conscientes. Lo único que tenía en claro era su pesadilla. Quería matar a Itachi. Estaba tan consumido por el odio que era como haber vuelto a la noche en la que mataron a sus padres.
Naruto no estaba ahí. No había luz. Nadie le daba un abrazo, nadie le daba un beso en la frente y le decía que irían a comer ramen para animarse. Era como si, en ese nuevo mundo, Naruto no hubiese existido. Lo más extraño de todo es que ni siquiera buscaba la luz, no le importaba. Se consumía en una oscuridad fría, pero en llamas a la vez. Ah, tenía fiebre.
Naruto había vuelto poco después. Tuvo que alejarse un poco de Sakura para abalanzarse sobre él en un abrazo. Podía sentir los brazos de Sakura y Naruto dándole un apretón a su débil cuerpo y no le daba incomodidad. Ahora sí sentía que ese era el mundo al que correspondía.
—¡Oh, vaya! Su compañerismo como equipo es muy admirable. ¡Ese es el verdadero poder!
El chico de las cejas estaba ahí junto a su equipo y el de Ino, Shikamaru y Choji. Los gritos del tal Lee resonaban en su cabeza. Parecía que los habían ayudado a ahuyentar a esos del Sonido.
—Sakura, tu cabello... — notó Sasuke a la niña. Había cortado su largo cabello rosado demasiado. Eso no era por estética, se dio cuenta el azabache.
—Ah... esto — dijo con cierta pena —. Un cambio de estilo, creo.
—¡Te ves muy linda, Sakura! — elogió Naruto, haciéndola sonrojar.
—Gracias, Naruto — respondió ella.
—Me gusta — aportó Sasuke con debilidad en su voz aún —. Más rudo, acorde a como tú eres.
Sakura rio y volvió a abrazarlos. Naruto observó cómo Ino ya ni siquiera ardía en rabia al presenciar cómo Sasuke le hacía un cumplido a Sakura y se dejaba abrazar por ella. Había emblandecido su ceño. Tal vez estaba triste, consideró Naruto.
—¡Sakura! — llamó ella. Los chicos se encogieron pensando que empezarían una pelea, más que nada por el kunai en la mano de la rubia — Ven aquí. Deja que te emprolije el cabello.
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Compañeros De Vida (Narusasu)
Fanfic¿Qué hubiera pasado si no hubieran seguido de largo ese día en el muelle? ¿Qué pasaría si hubieran sido amigos antes que rivales? Sasuke ha perdido todo, al igual que Naruto. Dos niños solitarios se unen para hallar paz en esa aldea llena de odio. U...