Compañeros De Vida (Narusasu)

🔥13🔥

—Finalmente...

—Solos.

Al llegar a la cama, se dieron cuenta de lo pequeña que era ahora, y cómo todo había empezado ahí. Desde compartir un poco de ramen esa primera noche de soledad, hasta sellar su unión. Sasuke se sentía mareado, no sólo por su nostalgia, sino también por todos los besos recorriendo el cuerpo que iba desnudándose progresivamente. La imagen, la sensación, el olor de Naruto estaba por todos lados. Luego de años añorando sentir su presencia, se ahogaba con la prueba de su cercanía. No sabía a qué prestarle atención. Siempre intentaba controlar cada situación, pero en este caso prefería entregarse y ser dominado por él o se volvería loco.

—Naruto — murmuró su nombre. El rubio ya no era un niño, y eso lo vio en batalla, pero ahora estaba ante un hombre. Eso le intimidaba, le gustaba. Sasuke suspiró cuando el jinshuriki calmó sus movimientos desesperados para acercarse sensualmente a su novio. El azabache se encogió por instinto. Miró fijamente. Esos ojos tenían un destello rojo más allá del azul cielo que Sasuke amaba.

—Te amo — dijo Naruto mientras besaba sus labios —. Te amo. Te amo. Te amo.

Se desmayaba. Perdía la razón. Decidió entregarse a los impulsos, como siempre terminaba haciendo. Al menos no estaba siendo violento o peligroso, y sentía que Naruto sí. Veía cómo intentaba controlarse, temblando y bajando lo menos posible. Entonces debía aclararle.

—¿Qué tienes en mente? — preguntó Sasuke de pronto. Naruto se congeló, arrinconado.

—Yo... yo no lo sé. Yo pensé que podríamos... — se estremeció cuando Sasuke colocó su mano sobre su entrepierna. Fue un agarre nada tímido, firme.

—Entonces, ¿por qué no lo haces en lugar de dar vueltas? — Sasuke se enterró en su hombro y le susurró al oído.

—Jamás te había escuchado de esta forma. ¿Qué clase de voz es esa? Me gusta — rio nervioso el rubio, sin saber qué hacer —. No tengo experiencia. No quiero hacer nada tonto. ¿Por qué parece que tú sí entiendes cómo deberíamos hacerlo?

—Imaginé esto muchas noches — confesó. Acariciaba su espalda y los cabellos de su nuca, enredando sus piernas lentamente en la cintura del contrario, sintiendo sus temblores —. Confío en ti, te conozco. Yo sé la bestia que está dentro de ti.

—Sasuke...

—Me encanta. El saber que tienes tal poder, el hecho de que tengas la capacidad de matarme y destrozarlo todo... me pone tan caliente.

La mano de Sasuke se escabulló dentro del pantalón de Naruto, logrando contacto con su piel. Naruto no podía enojarse cuando tenía su mano alrededor de su miembro. Debía molestarle que Sasuke viera eso en él como parte de su identidad. Aunque sí lo era, ¿no? Todos lo odiaron por eso, pero Sasuke lo amaba. Amaba eso de él. Era parte de su unión, era el poder con el que podía protegerlo. Sasuke era su novio porque él sí lo aceptaba y amaba.

—Porque no lo harías nunca. Ese lado de ti es suprimido por aquel dulce e inocente hombre que amo tanto. Sé lo que quieres hacerme. Sé cómo quieres tocarme. En cada pelea nuestra lo sentía, porque siempre que me mirabas con ira había un destello de deseo.

Con la mano libre, Sasuke tomó la mejilla de Naruto para que lo mirara.

—Naruto, tómame con todas tus fuerzas — le pidió con una sonrisa. El rubio vio cuánto lo deseaba. Que Sasuke le confesara todo eso es porque ya no tenía vergüenza, porque estaba completamente desesperado.

Como si fueran animales, Sasuke enseñó el cuello. Inclinado a un costado, mostró acceso a su vulnerabilidad. Naruto la aceptó, tirándose sobre él para morderle justo al lado de donde estaba su sello de maldición. El azabache soltó un jadeo extraño, un sonido que Naruto nunca había escuchado en Sasuke. Ahora mismo su forma de hablar era extraña, pero le gustaba esa nueva cara de él. Naruto imitó a Sasuke y tomó su entrepierna, manipulando su carne sin cuidado.