Cuando Wednesday llegó el lunes a Nevermore era el centro de atención en la escuela debido al video que circulaba en redes sociales donde se le miraba saliendo de la comisaría de policía, aunque a ella no le importaba mucho, desde que era niña su familia era víctima de toda clase de rumores, incluso la gente solía llamarles Los locos Addams.
Sentía las miradas del resto de los alumnos, podía imaginar sus pensamientos, la mayoría pensaba que ella era la asesina del martillo de acuerdo a una encuesta que circulaba en internet, y eso más que molestarle, le agradaba.
—¡Asesina!
Algunos estudiantes le gritaban mientras caminaba por el pasillo de Nevermore, al llegar a su casillero observa escrita la palabra FREAK con sangre de puerco.
—¿Estas bien?
Wednesday observa al chico a sus espaldas, no tiene la menor idea de quién es y tampoco le interesa, rápidamente le da la espalda y abre su casillero.
—¿Por qué no lo estaría?
—Bueno, si sirve de algo yo no creo que seas una asesina
—No sirve de nada, pero la realidad es que no me importa que el resto crea que soy una psicópata, aunque si me lo preguntas, si fuera una asesina jamás usaría un martillo como herramienta para cometer un crimen, quizá un hacha o una motosierra
El rostro del chico es una mezcla entre miedo e intriga, pero solo hace una sonrisa incomoda, muerde sus labios y se queda en silencio por unos segundos, no tiene la menor idea de que decir.
—Creo que este es el momento en que te vayas a... hacer lo que sea que hagas además de acechar jóvenes
—No te estaba acechando, solo que... sabes que olvídalo.
Cuando Wednesday está por retirarse sin despedirse observa como un grupo de chicos se acercan, entre ellos Chad
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—Heeeeeeey ¿Cómo están? ¿Interrumpimos algo?
—Miren chicos —dice Asher Thompson— La nueva celebridad en Nevermore, la freak Addams y el novato... mmm... Ni siquiera sé cómo se llama
—Soy Tyler Galpin
—Me importa una mierda como te llames
—Bueno, no me interesa quedarme a escuchar sus peleas, asi que me retiro.
Antes de que Wednesday pueda retirarse, Asher se pone frente a ella impidiendo que lo haga.
—Bueno, debo confesar que mirándote bien no eres tan horrible.
—Oye Asher déjala en paz
Asher se ríe
—¿No me digas que te gusta la rara?
—En serio no tengo tiempo para esto
Wednesday se coloca unos audífonos y se retira de la presencia de los chicos, todos los pasillos están llenos de gente, necesita un lugar donde pueda estar sola.
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El viejo cementerio a espaldas de Nevermore era el lugar perfecto para ella, había una gran tranquilidad que difícilmente podía conseguirse en la escuela, escuchaba The Silence de Manchester Orchestra mientras leía Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson, estaba tan concentrada en su lectura, que no se percató de la presencia de Chad Baker hasta que este le dio unos golpecitos en la cabeza.
—Hey extraña ¿Qué haces aquí sola?
Wednesday pausa la música y cierra el libro que deja a su costado, observa al chico rubio frente a ella.
—Me agradan los cementerios —responde Wednesday— Son tan pacíficos, además me agrada pensar en todas las personas que están enterradas bajo nosotros, tantas historias. Lo mejor es que ninguno de ellos te interrumpe mientras lees un libro.
Chad observa a su alrededor, le llama la atención las tumbas estilo gótico.
—Oye siento mucho lo que paso con Asher
—Él es un idiota, y lo seguirá siendo así te disculpes por él
—¿Por qué siempre estas tan a la defensiva?
—Si no te agrada mi forma de ser puedes irte, eres tú quien está interrumpiendo mi lectura.
—¿Puedo sentarme?
—Haz lo que quieras
Chad se sienta a su lado y no para de observarla, cosa que empieza a molestar a Wednesday.
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—¿Vas a observarme todo el día?
—Es que eres algo... no se cómo decirlo
—¿Extraña? ¿Rara?
—Diferente
Ya había perdido la cuenta de todas las veces que las personas le decían que ella era diferente, compañeros de clase, maestros, psiquiatras, incluso sus padres.
—¿Solo venías a disculparte o tienes otra cosa que decir?
Chad suspira, mira de reojo a Wednesday, se le ve incomoda.
—Solo quería disculparme—dice Chad—Aunque no lo creas no soy el chico que crees que soy.
—¿Y qué clase de chico eres?
—Es complicado, pero soy un buen chico
Se produce un silencio incomodo entre ellos, se pueden escuchar las cigarras y los cuervos que habitan en el bosque que rodea la escuela.
—Bueno, me retiro Wedny
—No me digas así
—Bueno Wednesday, nos vemos luego.
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